—Lamento tener que hacer esto, Aziraphale...
—No lo lamentes. Soy yo quien dirá cómo acabará esto.
—No te hagas el valiente... Estás solo... Todo el Cielo sabe que estás aquí. No tienes oportunidad.
—...¿Seguro?
Aziraphale mueve ligeramente los brazos; de sus mangas, bolsillos, cuello y pantalones empiezan a caer decenas de ratones, arañas, lagartijas y otras criaturas.
La última en deslizarse fuera de la camisa del ángel es una serpiente, negra y roja, que ya todos conocemos.
—¿Qué esperas lograr liberando una plaga en el Cielo?
—Con algo de suerte, evitar el fin del mundo...
—¿Me quieres explicar cómo?
A la señal del Serafín, todos los animales se transforman en personas; ángeles caídos y algunos demonios, entre los que se encuentran Asmodeo y Lilith.
—...No estoy tan solo, después de todo...
—...Eso no es nada. Una legión entera no sería suficiente.
—Hay que intentarlo.
—...No quieres hacer esto...
—Estoy cansado de que el Cielo me diga qué sentir o pensar... ¡No soy su juguete! ¡No soy un títere... hueco... y de madera!
—...¿Ok?
Las alas del ángel aparecen con furia, irguiéndose, amenazantes.
—...No destruirán... nada... de este mundo... De lo que amo...
—...No es conmigo tu problema, Serafín... Será mejor que busques a Miguel, si quieres detenerlo...
—¿Dónde está?
—...En la sala del mapa.
—Llévanos.
—¡Tú sabes dónde queda!
—¡Ya lo escuchaste! —interviene Lilith—. ¡Tú vienes con nosotros, Arcángel! ¡Muévete!
TING
Quien llega ahora es Samara.
El Ángel se mueve con cautela, al oír el tumulto más adelante.
Intenta acercarse y observar la situación, pero es sorprendida por Batariel, que se asoma desde la esquina.
—¿Qué haces aquí? ¿No te habías ido con aquellos demonios?
—...Sí, sí... Las legiones de Shax ya fueron destruidas. Aunque el par de idiotas cambió de idea a último momento, y se quedaron con ella.
—...Bueno... ¿Vienes?
—...Por supuesto.
Seguido de cerca por Lilith y Asmodeo, Saraqael ingresa en primer lugar a la sala del mapa.
No hay señal de Miguel; sólo Uriel los espera, como si hubiese anticipado la invasión.
—Gracias, Saraqael. Puedes retirarte.
La mano de Lilith frena al Arcángel.
—Nadie saldrá de aquí.
—¿Asociándote con demonios poderosos, Azael? Eres un traidor...
—No tienen derecho a hablar de traición.
—Dame la razón. Atácame; demuestra que eres un ángel traidor, que se vuelve en contra de los suyos... Hazlo, y no dudaré en arrojarte al Infierno...
Aziraphale da un paso adelante, preparándose para atacar.
Uriel intenta adelantarse y hacerle caer, pero no ocurre nada.
—¡¿Qué sucede?! ¡¿Por qué sigues aquí?!
—Un ángel caído... no puede volver a caer, Uriel... Ya no les pertenezco.
—¡No eres un demonio!
—¡Tampoco un ángel del Cielo!
—¡¿Qué rayos eres?!
—¡Soy Aziraphale! ¡Existo independientemente del Cielo o el Infierno! ¡No necesito de nadie! ¡Soy un individuo único! ¡Soy...!
—¡Ya cállate!
—¡BIEN!
Aziraphale extiende sus alas, blandiendo las de la derecha hacia un lado; con dicho movimiento, arroja al Arcángel contra el mapa, donde es absorbido.
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𝑮𝒐𝒐𝒅 𝑶𝒎𝒆𝒏𝒔: "𝐿𝑎 𝑆𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑉𝑒𝑛𝑖𝑑𝑎"
FanficEl final de la segunda temporada nos deja a la espera de otra amenaza que llega desde el Cielo: la Segunda Venida de Cristo. Aziraphale deberá decidir, definitivamente, a qué bando se unirá; mientras tanto, Crowley intenta sobrevivir a un corazón ro...