𝑮𝒐𝒐𝒅 𝑶𝒎𝒆𝒏𝒔: "𝐿𝑎 𝑆𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑉𝑒𝑛𝑖𝑑𝑎"

ᑕᗩÍᗪO

Que se haga la luz.

Y la luz se hizo, y se dividió de la oscuridad. Desde entonces, se divide el Día de la Noche; y el Bien del Mal... No existe uno sin el otro, porque uno existe para diferenciarse del otro.

—¿No es ridículo? ¡¿Por qué las cosas deben de ser siempre blanco o negro?! ¡Siempre! ¿Qué pasa con el gris? ¡Hay infinitas tonalidades de gris, entre el blanco y el negro!

—¡Vamos ya, Athatriel! ¡Deja de hacer todas esas preguntas!

—Sabes cómo acabó el último, ¿cierto?

—Claro. Lo arrojaron al Infierno...

—¡Entonces no te busques más problemas y aléjate de ellos! ¡Elige el buen camino!

—...Oigan... no me interesa ser parte de ninguna guerra... Si me alejo de ambos bandos... Eso cuenta como apoyo, ¿no? Quiero decir... No me pueden arrojar por negarme a participar... No estoy del lado de Lucifer y los rebeldes; no estoy de ningún lado...

—¡Hey, tú! ¡El de la cabellera roja!

—¡Perdona! ¡No tengo tiempo! Tengo que llevar unas... cosas... a un tal Luzbel...

—¡¿Tú?! ¡Por el Amor de Dios, deja eso!

—¡Aziraphale, amigo!

—¡Estás del lado equivocado!

—¡¿Qué?! ¡No! ¡Sólo... llevo...! ¡Oye, está bien! ¡En serio! ¡No voy a... unirme a la rebelión, ni nada!

—¡Hablo en serio!

—¡Yo también! ¡Mira, tengo que irme! Después hablamos, ¿sí?

—¡NO!

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—¿Estamos de acuerdo?

—¡No!

—¡Aziraphale!

—¡¿Quemar a la gente?!

—Purificar la Tierra con fuego...

—¡Serían sólo los injustos y malvados!

—¡Hacer eso sería malvado!

—¡Claro que no! ¡Liberar a la Tierra de toda influencia del mal y del Infierno! ¡Eso es bueno!

—Creí que habían dicho que los "justos" serían elevados al Cielo... ¿Qué queda de la Tierra?

—Fuego, azufre... rocas y lava... Limpia de todo mal...

—Eso no suena muy limpio...

—Como Arcángel, Aziraphale, tu deber no es cuestionar, sino acatar... y hacer que el Gran Plan de Dios se cumpla.

—...No comprendo cómo el Señor querría algo tan ruin para sus creaciones...

—¡No es ruin! ¡Es perfecto! ¡Como el Señor mismo!

Aquello simplemente no terminaba de resonar en Aziraphale. Este creía, con cada parte de su ser, en un Dios justo y amoroso; jamás destructor.

—...¿Qué ocurrirá con los demonios?

—Todos regresarán al Infierno, de donde nunca podrán volver a salir. El Cielo habrá ganado sobre ellos.