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Lilit apenas podía creer lo que veía; el cuerpo de Eva se hizo diminuto, y su cabellera roja se volvió pelaje. El demonio se había convertido ante ella en un pequeño gato.

—...La magia sí es real... Increíble... ¡Espera! Tal vez, si te llevo así a casa, papá te deje pasar la noche con nosotros... Un parque no es lugar para que viva una niña... Ni un gatito...Oye... ¿Me dejas adoptarte?

—¡Maw!

—Sí; ya sé que no eres un gato real, pero... ¡Es que eres muy adorable!

La pequeña toma en sus brazos a la gata y se la lleva.



Con la luz del día casi extinta, era prácticamente imposible distinguir algún rostro al otro lado de la calle. Pero Lilit estaba convencida de que conocía esa figura, parada frente a su casa; era su madre, Lilith.

—¿Ma?

—¡Ahí estás! ¡Sabía que había algo mal con tu padre! ¡Mi instinto de madre me lo estaba diciendo!

—¿Qué ocurre con papá?

—¡Sólo mírate! ¡Todo el día fuera de casa, y él ni sabía dónde estabas! ¡Eso no es un buen padre! No te preocupes, cariño... Eso se acabó. Hoy vuelves conmigo, querida...

—...¿A papá no le importa?

—Tu papá ya no puede dar su opinión. No es como que alguna vez haya valido algo, pero bueno... Ya no volverás a saber de él —Acaricia la cabeza de la niña, esperando no tener que dar más explicaciones—. ¡Hey! ¡Veo que hiciste una amiga! Y de tu edad... Debe ser el primer demonio que conoces en esta ciudad...

—¿Cómo sabes...?

Eva salta de sus manos y regresa a su forma.

—Linda; muy linda niña...

—...¿Tú...? ¿Viniste a recogerme? —Cambia a último momento de pregunta.

—Por supuesto. Ven; trae a tu amiga, si quieres...

—¿Ahora? ¿No me voy a despedir de papá?

—Ya no tiene caso... ¿Nos vamos? Ya están todas tus cosas en el auto... Esta noche nos quedaremos con un viejo conocido, que me debe un favor...



Pasando la medianoche, Aziraphale y Crowley, como una pareja común y corriente, dormían profundamente en su nuevo lecho; en la habitación aún entraba algo de luz por la ventana y debajo de la puerta, y el ajetreo de la ciudad se oía distante.

Aquella paz es cortada repentinamente por el creciente silbido de una caldera, que acaba por despertar a ambos.

—¡¿Muriel?! ¡¿Qué haces?!

—...Ofrecerles a los señores Athatriel y Daniel un poco de té...

—¡¿Y qué hacen ellos aquí?!

—...No estoy segura...

—Disculpen que nos aparezcamos así... Surgió algo, y... Daniel, por favor...

—Recibí una llamada de Lilith.

—¿Lilith... la primera mujer de Adán?

—Esa. Nos conocimos hace varios siglos... Desde entonces, nosotros... Bueno, eso no importa. Me está buscando para que le haga un favor... Probablemente llegue dentro de unos minutos...

—Y se les ocurrió la brillante idea de atraer a ese demonio hasta nosotros... —Toda esta situación tenía a Crowley bastante molesto.

—La hija de Lilith es la protegida de Samara, el Ángel que buscamos.

—¡¿Lilit?! ¡¿Esa niña es hija de Lilith?!

—Tiene sentido...

—La criatura podría ser nuestra oportunidad de hacer que Samara entre en razón... Pienso que no nos vendría mal llegar a un acuerdo con Lilith...

𝑮𝒐𝒐𝒅 𝑶𝒎𝒆𝒏𝒔: "𝐿𝑎 𝑆𝑒𝑔𝑢𝑛𝑑𝑎 𝑉𝑒𝑛𝑖𝑑𝑎"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora