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Sentí mis labios calientes y húmedos. Me extrañe. Abrí los ojos, y era Raúl. Con la mano que no tenía escayolada, le atraje para un beso más intenso. El pobrecito se asustó jajajaja, me quería reír por el mini saltito que hizo.

En un momento, él se apartó un momento, y me agarró la mano que no estaba escayolada y la cintura para ponerme sentada. Me trajo un caballito para desayunar, y me hizo un masaje mientras comía. Los masajes no eran su punto fuerte, pero al menos lo intentaba.

Al terminar, me puso el móvil en el caballito, para hacer una videollamada a mi madre. Tenía algunas cosas que contarle, y lo de la sorpresa también (aún que primero le tendría que decir que estamos juntos). Le dije a Raúl que les iba a contar todo menos la parte en la que me secuestro (por obvias razones).

Finalmente a la cuarta llamada lo cogieron, estaban en la tumbona con un mojito cada uno, me arme de valor, y les conté, claro, diciendo algunas mentirijillas pero todo lo demás era cierto. Le dije que desde que estuvo ahí todo el rato para mí, empecé a sentir cosas. Usualmente, mis padres no querían que tuviera pareja, pero como lo conocen desde que era niño, lo aceptaron fácilmente.

Mi padre se echó a reír de repente, diciendo entre risas "sabía que teniendo una hija adolescente y trayendo a casa un galán como niñero, pasarían cosas" me sonrojé al escuchar, Raúl se echó a reír y mi madre le dio un manotazo en su calva, seguido de un susurro. Se dirigieron seriamente a nosotros: "seremos breves" dijo mi madre "si le haces chiquis trikis a mi hija y la embarazas, te corto el chorizo y los huevos y me los zampo por la noche" "PAPAAAA" seguido de otro manotazo de parte de mi madre.

En ese momento, Raúl se fue a cocinar y aproveché el momento para contarles a mis padres lo que haría, ellos me dijeron algunas tiendas y calles para llamar y que hacían a domicilio. Estuvimos hablando más rato, pero se tuvieron que ir, ya que él había llegado un guía para llevar a lugares asombrosos de las Bahamas.

Raúl empezó a preparar la mesa para que comamos, y así hicimos. Al terminar de comer, hizo lo mismo que el día anterior, pero en vez de tantas chucherías, me trajo una sandía, para refrescarme y una gaseosa que lo puso en un vaso con hielo. De inmediato tuvo que marchar y seguido llamé a las tiendas que me dijeron mis padres.

Vinieron en poco rato, con muchas flores, bombones y algunos globos. Los colocaron muy bien y con mucha armonía, yo les ayude con todo lo que podía hacer, pero aún faltaba lo mejor, a Raúl le encantan los pasteles, y mandé hacer una que pudieran entregar para las 10 de la noche ya que hacer un pastel no es nada fácil (cerraban a las 22:30).

Mandé a hacer un pastel sencillo, con nata, crema de mantequilla, el bizcocho marmolado, y unas palabras de chocolate que decía "muchas gracias por todo mi amor".

Lo trajeron unos 15 minutos más tarde, pero aún así les di una generosa propina por hacer un pastel tan rápido. Les pague a todos, los debidos costes y las propinas, y se fueron todos.

Alrededor de media hora llegó Raúl, al ver el salón, se emocionó tanto que se derrumbó en el piso con la boca abierta. Empezó a llorar y vino hacia donde mí para darme un abrazo y un beso largo, tan largo que tuve que apartarme por qué la nata se estaba cayendo.

Comimos la tarta, guardamos los globos y pusimos las flores en muchos maceteros, como Raúl vivía en un primero, tenía un patio muy bonito. Y el por qué de las macetas? Es que él era un fanático de la jardinería, y como no tenía tiempo de cuidar de plantas, tuvo que tirar las que tenía.

Pusimos todo super bonito, y nos tumbamos en el sofá. Me acomodé en su hombro y ufff nunca voy a olvidar esa sensación de escalofrío al ver que Raúl se quitaba la camiseta y se le veía el six-pack tan marcado que tenía. Puso su brazo encima de mi, y me atrajo a él. Me quedé dormida enseguida.

Un Amor Psicópata  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora