Un Amor Psicópata

-43-

Me desperté con el ruido que hacía mi móvil al entrar una llamada. Era de la editorial, que ya habían hecho el primer libro, y que el que había leído el libro primero, había hecho la portada acorde a la historia que contaba. También me dijo que me habían conseguido una rueda para leer uno de mis libros para dentro de unos días, cuando se sepa cuáles son los más reconocidos, ya que por día iban a publicar 5 libros.

Me alegró un poco, ella notó lo seria que estaba y me dijo que tenga buena suerte. Le dije que lo sentía si estaba un poco borde, y le conté lo de mis padres. Ella comprendió y me dijo que iba a conseguir una gala de firmas para dentro de 4 días. Le agradecí y nos despedimos.

Le conté a Raúl y a mi abuela lo que me acababa de suceder, ellos me felicitaron por mi logro y nos fuimos a desayunar.

Después de desayunar, me dijo mi abuela que si podía vivir con nosotros, ya que estaba muy mayor y tenía problemas de vista y demás. Raúl y yo accedimos, y esa misma tarde, le hicimos las maletas a mi abuela.

Mientras Raúl iba a por el coche, vinieron muchos de los familiares para ayudarnos a vaciar y alquilar el piso. Entre todos los familiares, optamos por alquilar a estudiantes en la casa. La casa era muy grande y espaciosa, pensamos en alquilar por habitación (habían como 7 u 8 habitaciones) y cada persona pagaría 60€ (tiene capacidad de hasta 2 personas por habitación, alguna que otra, solo tiene de una).

Al llegar Raúl, mi abuela dejó las maletas en el coche y nos invitó a los que habíamos participado en ayudar a quitar cosas valiosas, a una barbacoa. Hicimos un festín por los viejos tiempos. Mis primos no tenían ni idea de lo que hacíamos antes de que ellos nacieran, pero algunos primos mayores, vivían en esa casa, vinieron solo para despedirse.

Al terminar la barbacoa, llevamos a mi abuela a nuestra casa, en su maleta trajo lo necesario, ropa, pijama, pastillas y algunos accesorios costosos. Muchas de las cosas que estaban en esa casa, las vendieron (menos los muebles) y dejaron un montón de espacios libres para que los estudiantes que vinieran se sintieran cómodos.

¿Parece una locura no? Alquilar habitaciones a estudiantes en pleno verano, ¿No? Pues ¡No! Es una estrategia muy buena, ya que mi abuela vivía en ciudad, y habitaba en un campus de universidad, los jóvenes que viven lejos, en verano suelen empezar a buscar alojamientos. Esa es una buena oportunidad, y digamos que tiene 1 sala de estar con un sofá cama que aguanta a 3 personas a la vez + 4 baños y las 8 habitaciones, la mayoría con capacidad de 2 personas por habitación, échale unas 17 personas en esa casa. Cada uno nos da 60€, ganamos 1.020 al mes, los justos para pagar la luz y el agua.

Le enseñamos toda la casa a mi abuela, y le hicimos escoger una habitación. Ella nos dijo una habitación con una cama doble super cuca y se estableció ahí. Nosotros, nos pusimos a ver la tele, y como Raúl aún se sentía incómodo por su condición, fui a la farmacia más cercana, cogí las pastillas que le habían recetado, luego fui a una tienda de chuches para comprar algunas golosinas y bebidas para así poder ver una película.

Y así lo hicimos. Estuvimos toda la tarde mirando pelis y series sin ton ni son hasta quedarnos completamente dormidos.