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Me desperté con una euforia, que salte de inercia. Vino un enfermero a darnos el desayuno. Desperté a Raúl para que pudiera comer, aún que tenía mucho sueño, despertó fácilmente. Comimos mientras hablábamos de nuestras cosas, hasta que llegaron las enfermeras del día anterior. Me preguntaron que había pensado en leer ese día, miré a la aplicación que tenía todo guardado, y dije que ya sabía que leer.

Les mandé el archivo para que lo imprimieran, y de mientras, yo le ayudaba a Raúl (y también con la ayuda de algunos enfermos) a ir a la sala de estar donde haría la lectura. Lo puse en una silla, empecé a poner algunos adornos, y llamé a una tienda de regalos que hacían los típicos regalos de boda, cosas pequeñas y no muy costosas. También cogí algunas cosas para los niños.

Al llegar el pedido que hice y pagar a la empresa, escondí las 2 bolsas grandes, detrás de las cortinas de decoración que puse. Luego de eso, cogí la 3ra bolsa con cosas para los niños, y fui al área de los infantes, puerta por puerta, dándoles unos regalitos y detallitos.

Una de las 2 enfermeras que me ayudaron a hacer esta hazaña, me llevó al cuarto de las impresoras.

Ahí vi como ya tenían impresa y grapada mi historia. Esta vez opté por una historia de miedo, con suspense y terror. Era súper inspiradora y super atractiva para la gente mayor.

Me ayudaron a volver donde estaba Raúl, y dejé el libro debajo de los regalos que traje. Le pedí a una de las enfermeras que me dejara la llave para cerrar la puerta, para que nadie husmee en lo que yo no estoy ahí. La enfermera con gusto me dió una copia de la llave. Pero antes de cerrar, puse un móvil grabando lo que sucedía, por si a algún/a enfermero/a quería humear con otra copia de la llave.

Llevé a Raúl a la terraza del hospital, para tomar un café y comer ahí, pero claro, con un enfermero vigilando nos.

Comimos, dimos un paseo y volvimos a la sala para terminar los preparativos y ensayar la entrada que haría.

La hora de presentar llegó, vinieron muchos ancianos, muchos jóvenes adultos, algunos adultos y muchos de los familiares de la mayoría de los enfermos, entre ellos niños.

Al entrar a presentar, dije específicamente que el libro es de miedo y que si algún niño lo ve, se podría quedar traumado. Continúe diciendo que también hice historias para niños y que en poco tiempo tendría en físico.

Al decir eso, muchos de los padres se pusieron de acuerdo en quién se quedaría con los niños. Uno de ellos saltó a decir que iría él, ya que no le gusta mucho estar sentado varias horas. Los niños le siguieron y empecé a contar la historia.

1h y media después hicimos un descanso, para poder tener la garganta mejor y para seguir leyendo y para que ellos se retiren, ya que aún faltaba otra hora y media.

Después del mini descanso, se sentaron otra vez y comencé desde donde lo dejé.

Al terminar, me llegaron un montón de aplausos. Me llegaron a silver y todo. El que más ruido hacía era Raúl, muy orgulloso de mí. Algunos familiares de los mayores empezaron a llorar, por qué algunos de ellos estaban muy alegres, algo que ya hace mucho que no estaban. Otra vez me estuvieron preguntando si iba a publicar esos libros, yo les dije que ya tenía publicado 2 libros de mini historias para niños. Me pidieron que publicase estás historias también, que irán mejor que cualquiera otra que podía hacer.

Tenían razón, estos libros los iban a comprar tanto los jóvenes, como mayores y ancianos. Les dije que cuando salieran los otros dos libros, publicaría las que tengo hechas, pero no sólo lo voy a publicar en una, por qué si no, se quedan sin tinta. Las haría en varias a la vez.

Al terminar de hablar, muchos se fueron cuchicheando entre ellos, llegue a escuchar a una persona; "ojalá saque esos libros, me encantaría leerlos y leerselos a mi tío enfermo, le encantan mucho ese tipo de libros, además, le haría mucha publicidad entre mis amigos y familiares, para que lo esparzan entre ellos y que llegue a más gente que le guste este tipo de libros"

No pensé que por 2 lecturas que he hecho en este hospital, haya tenido tanta fama. Me emocionó mucho saber que a tantas personas les gustará un libro que hice en mi adolescencia.

Lleve a Raúl, junto a otro enfermero a nuestra habitación. Luego, dejamos a Raúl solo, y me llevaron a los rayos para saber cómo tengo las piernas.

Al parecer ya estaban casi curadas, pero aún tenía que tener las escayolas intactas y en un par de días me lo podrían quitar, para que en su lugar pusieran unas tiras de colores llamativos.

Me volvieron a llevar a la habitación, ahí seguía Raúl, con unos enfermeros que le estaban dando un tratamiento especial. Esperé hasta que terminase y fui a donde él. Le dije lo que me habían contado y me felicitó por ello, pero que él tenía que quedarse unos días más en observación.

Estuve pensando; "es verdad, si a mí me quedan un par de días aquí, ¿cómo voy a ir a casa sola?" Les dije de inmediato la situación a los enfermeros, ellos me dieron la solución, me podía quedar ahí dormida un par de días más, hasta que Raúl se recupere y que llamara a alguien conocido para que cuide de la casa. Accedí, y llamé a la madre de mar, ya que era la única persona que me quedaba.

Cuando cogió el teléfono, le dije la situación y ella atentamente estuvo escuchando. Me dijo que si son unos días solo, podía hacerlo, ya que por culpa de Mar, tenían que desalojar la casa por qué estaba a su nombre. No es por qué la casa la compró ella, si no que su abuela, cuando falleció, heredó los manuscritos de la casa, y como ella estaba en la cárcel por varias infracciones, y como ya tenía odio hacia sus padres, les echó. Me dijo que mejor que les dejara estar en nuestra casa, porque no tenían a nadie con quién estar. Le dije eso a Raúl y él me dijo que sí. Le dije que viniera al hospital para darles las llaves, ella me dijo que sí y "muchas gracias" y me colgó.

Al de media hora estaban en mi habitación, me volvió a pedir perdón por lo que me hizo Mar, le dije que no era su culpa y le di mis llaves. Ella saltó hacia mí y me abrazó; "muchas gracias por todo, eres la mejor persona que he conocido nunca, y me da rabia lo que te hizo mi hija. Lo siento mucho por todo, y siento que tengas que estar aquí tanto tiempo, te prometo que compraré una casa y cuando volváis a esa casa nos iremos." Le dije que no estaba en el hospital por su hija, que era por otro problema, y le dije la dirección de la casa.

Ellos se fueron, y me quedé sola con Raúl, me puse en su cama para mirar los editoriales que me podrían gustar, y que tiendas suelen comprar los libros que vendían.

Mientras veía las editoriales e iba guardando algunas, me estaba durmiendo, vi que Raúl ya estaba dormido así que fui de hurtadillas hasta mi camilla, y me quedé dormida.

Un Amor Psicópata  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora