— Te ha mencionado algo sobre la vez que se besaron? — preguntó Mauro curioso.
Mar negó.
— Es como si nunca hubiese pasado — lo miró mientras acomodaba la maleta en el auto, tocaba viajar a la otra ciudad.
— Que rara es Victoria — suspiró
— Solo lo ignora — se encogió.
— Ahí viene — dijo en un susurro.
La morena volteó a mirarla. Lucía recién levantada, ojos hinchados y un poco achinados, sin nada de maquillaje en el rostro. Si outfit como siempre, un hoodie gigante y unos pants de tela.
— Buenos días — dijo con una voz ronca y una cara de pocos amigos.
Odiaba levantarse temprano, Mar lo sabía.
— Tus maletas están dentro, entra al auto directamente para que sigas durmiendo. — notificó su mejor amiga.
La rubia le hizo caso y entró. Mar volvió a hablar con Mauro.
— Entra en este con Victoria, yo iré en el otro con Mariana y Jonuel
— Vente conmigo, Alissa — mencionó la rubia sacando la cabeza un poco por la puerta.
Mar se sobresaltó, no pensó que estuviese escuchando. Además había decidido irse en el otro auto para evitar la tensión, pero no sería posible eso.
Muro le hizo una seña de "nos vemos luego" y se encaminó hacia el otro automóvil junto con sus hermana y Jonu, a Mar no le quedó de otra que entrar junto a Victoria.
El camino se hizo largo y silencioso, Mar miraba a su mejor amiga de vez en cuando, iba dormida. Le gustaba mucho verla dormir, se dió cuenta de aquello en una pijamada que hicieron un día cuando estaban en cuarto de secundaria.
Podría decirse que desde ese momento supo que le gustaba.
(...)
— ¿No puedes dolmil'? — preguntó la castaña con una voz ronca mientras se despertaba y veía que Mar la observaba.
— No. — mintió.
Pero Victoria no se dió cuenta de ello, estaba muy adormilada.
— Ven, te abrazo. — la jaló suavemente del brazo acomodándola en la cama y se volteó quedando frente a ella.
Mar de acurrucó como un pollito entre las alas de su mamá, oliendo aquel aroma característico que tenía Victoria.
(...)
Dicen por ahí que captamos el aroma específico de esa persona cuando nos gusta. En ese momento se había dado cuenta de cuán enamorada estaba. Victoria no olía siempre a perfume y sin embargo ese aroma ejemplar de ella estaba ahí.
Mar lo amaba.
Un sonido la sacó de sus pensamientos. Era un mensaje de Lola, la amiga con la cual se había visto la noche anterior. Comenzó a textear con ella, igual le quitaría el aburrimiento durante las pocas horas que faltaban por llegar.
— ¿Hablas con tu nueva amiga? — preguntó Victoria de repente.
Mar se asustó. Pero que costumbre.
— Pensé que dormías... — dijo con una mano en el pecho.
— Llevas rato tecleando, imposible dolmil' así. — dijo borde. Había notado cómo sonreía al celular mientras escribía.
— Lo siento, no me percaté. — se disculpó apenada y puso su celular en silencio.
— Ya veo, lo que hacías era sonreír como tonta
— Pero cuál es tu problema? — preguntó Mar un tanto molesta por su actitud.
Victoria no dijo nada, miró de reojo al frente, observando si el chofer estaba incómodo y volvió la mirada a Mar.
— Solo déjame descansal', Alissa. — Finalizó para quitarle la mirada de encima y cerrar sus ojos acomodándose en el asiento.
Mar no comprendía, y realmente odiaba sus actitudes así. Extrañaba a la antigua Victoria, la que era cariñosa siempre y se la pasaba encima de ella haciéndole bromas o simplemente abrazándola.
Reprimió sollozos y lágrimas, se colocó los audífonos y comenzó a escuchar música intentando ignorar la situación. Aunque de un momento a otro las lágrimas corrían por sus mejillas silenciosamente.
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Una pequeña aclaración; las partes así en cursiva son pequeños flashbacks de cuando las chicas estaban en high school o ya fuera de ella 🫶🏻 para que no vayan a confundirse.
Love, j-chxntel.