— Hola mami Evelyn — saludaba Mar desde la puerta
— Hola mi niña, pasa, María está en su habitación.
— Gracias — le dió un beso en la mejilla y entró corriendo. — Hola Victoria — saludó con emoción
— Hola marciana — le sonrió, la morena le traía felicidad a su vida.
— Te traje un girasol, toma... — murmuró pasándoselo — sé que es tu flor favorita, este lo hice yo para que sea eterno
Victoria lo tomó sonriente, si bien tenían ya sus 22 años en ese tiempo, se sentía como una adolescente enamorada. Solo que lo ocultaba.
— Lo gualdaré' siempre, gracias — la abrazó
(...)
Mar observaba los girasoles en una floristería de Orlando, había decidido salir a pasear puesto que tenían algunos días libres antes del siguiente show.
Decidió comprar uno para Miko, sabía cuánto le gustaban. Emprendió camino devuelta al hotel y al llegar a la habitación entró en silencio para sorprenderla. Pero lo que escuchó no le gustó.
— Sí mami... claro que quiero velte' — hablaba por celular. Mar quedó estática. — Me quedan pal' de shows aquí y vuelvo a PR, lo primero que haré será vel' a la nena más linda de la isla — se rió.
Mar quería vomitar, sentía que su estómago lo estaban estrujando como a una esponja.
— Sí, prometo buscalte' en cuanto llegue Lisa... bye — finalizó su llamada.
La morena parpadeó un par de veces y miró el girasol en su mano. Estúpida.
Tragó saliva y se adentró más a la habitación ahora siendo visible para Victoria, la rubia la miró.
— Mera, y ese girasol? — sonrió levantándose de la cama y yendo a verlo.
— M- me lo han regalado... un señor muy amable. — intentó sonreír pero no le salió. — Iba por la calle vendiendo algunos y me lo regaló — se encogió, mintiendo obviamente. Con aquello se había arrepentido de regalárselo.
Miko asintió mientras sonreía.
— Está precioso, los amo
— Lo sé — susurró y dejó el girasol en la mesita. Sentía unas ganas inmensas de llorar.
Sin decir nada más caminó hacia la cama y se acostó una vez se deshizo de sus zapatos. La rubia la miraba, ¿iba a dormir?...
— Son las tres de la talde'... ¿vas a dolmil'? — preguntó
— Mjm. — murmuró la morena acomodándose entre las almohadas.
A Victoria le preocupaba aquello, toda su vida Mar había sido una persona muy activa, imaginaba que dormía mucho últimamente por la pequeña gira que estaban teniendo pero ahora lo dudaba.
— No quieres vel' una película?
— No tengo muchas ganas a decir verdad
— ¿Tierra de osos? Es tu favorita...
Mar la miró. Amaba esa película.
— Está bien — murmuró. Al menos tendría una excusa para poder llorar frente a ella.
La rubia sonrió contenta y tomó el control de la tv, gateó por la cama hasta llegar a su lugar y se recostó junto a ella, comenzando a buscar la película en la plataforma de video.
Mar pensaba en lo que había escuchado, estaba ida, ahora más que nunca pensaba en que sus esfuerzos eran en vano. Volviendo a la realidad le dió una última mirada al girasol y evitó llorar.
Tendría que aguantarse un poco más a que empezara la película.