Este capítulo contiene escenas +18, puedes saltarlo si deseas.
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— Extrañaba comer sushi contigo — mencionaba Mauro mientras se llevaba a la boca un roll.
Mar sonrió con la boca llena, obviamente una sonrisa cerrada, pero sus cachetes llenos parecían de ardilla.
— U look like a squirrel — se rió Victoria y le tomó una foto con su celular.
La otra rodó los ojos con cierto fastidio, no habían hablado más desde el auto.
La ignoraba.
Parte del equipo presente se dió cuenta de eso y se tornó un poco incómodo.
— Este fin de semana salen una de las canciones más esperadas, reservamos una vip en la disco pa' celebrar luego— mencionó Mariana para romper la tensión.
— Me vendría bien salir a bailar — murmuró la morena una vez tragó su comida, no era de gustarle ese ambiente pero nuevamente tenía ganas de salir a mover el esqueleto.
Victoria optó por no hablar más, dijese cualquier cosa ella iba a ignorarla, le frustraba un poco aquello.
La noche pasó tranquila, durante el día luego de la casa de Will estuvieron en el estudio creando y luego fueron al lugar donde se encontraban ahora para cenar. Mar también tuvo trabajo en cuanto el diseño de portadas.
Algo cansados de tanto trabajo, decidieron pagar la cuenta y volver al hotel donde se estaban quedando, por supuesto Mar compartía habitación con Miko.
Durante el día pensó muchas cosas que pudo haberle escrito Victoria a Lisa, pero tampoco quería hacerle mucha mente, a veces le jugaba una mala pasada. Cansada del vuelo y trabajo, dejo sus accesorios en la mesita de noche y entro al baño para despojarse de la ropa y entrar a la ducha tibia.
— No me ignores que te he extrañao' en banda — mencionaba Victoria una vez se unía a ella en la ducha, tomándola por detrás.
Mar se sobresaltó un poco pues no la sintió entrar, de igual forma no dijo nada.
— Baby please... puedes revisar y ver lo que ta' en el chat, ni siquiera le respondí — confesó
Y era cierto, luego de enviar las fotografías de Mar con Lola, Victoria le respondió con tan solo un signo de interrogación.
— Envió su foto sola, con la excusa de que necesitaba un retoque...
— Hazle el retoque — se encogió sin girar a verla, aún bajo la ducha.
— Yo ya no tatúo... y si tuviese que hacer algún retoque se lo haría al que tienes aquí — acarició el tatuaje que tenia la morena sobre su nalga.
Mar sintió un pequeño escalofrío al sentir los toques.
— ¿Qué le tatuaste? — murmuró mientras se giraba para verla a la cara.
— Un simple corazón — confesó sincera, mientras la apegaba más a ella.
Ahora sus cuerpos mojados y desnudos chocaban y se rozaban entre sí.
— Me encantan tus ojos Victoria — dijo la morena hipnotizada.
No quería seguir ignorándola, sabía que no mentía. Además la había extrañado muchísimo durante toda la semana anterior.
— A mi me encantas tú, mami — sonrió y le dejó un pequeño beso en los labios, luego le beso el cuello y parte del hombro.
— Te extrañé mucho también — admitió Mar, cerrando sus ojos ante su contacto.
Extrañaba su presencia, sentirla de todas las maneras posibles.
Además había traído algo para jugar.
— Déjame buscar algo.. — susurró separándose y dejando un poco desorientada a Miko. — No tardo. — salió de la ducha y se enrolló en una toalla para ir camino a la habitación.
Victoria se remojó un poco en el agua completamente, en cuestión de segundos Mar estaba de nuevo ahí con ella.
Pero se sorprendió un poco al ver lo que tenía en las manos.
Un dildo doble.
— Juguemos un poco con esto. — susurró de una manera muy tímida.
A Victoria le causó ternura aquello, pero también la puso a millón.
— ¿Estás segura? — se atrevió a preguntar mientras se lo quitaba de las manos
— Por favor... — la morena casi rogaba, tenía sed de su novia, que le hiciera el amor como nunca.
Masturbarse sola pensando en ella no era lo mismo.
La rubia sonrió.
— Te he extrañado mucho, sentirte, que me hagas llegar a mi clímax — continuó susurrando. — quiero que nos follemos mutuamente con esto, quiero usarlo contigo ya.
Victoria sonriente y atenta se daba cuenta que había cierta hambre en su tono de voz.
— Te dediqué varias mientras no estabas, pero no es lo mismo. — mordió su labio.
Aquel video de ella masturbándose pasó por su mente y su centro se contrajo. Se acercó a sus labios para devorarlos con desespero, mientras que con su mano libre daba pequeñas caricias al clítoris de ella, llegando a su centro de vez en cuando, sentía en entre el agua que corría su cuerpo lo mojada que estaba.
No recordaba que su amiga fuese tan cachonda, pero como le encantaba.
— Date la vuelta — murmuró Victoria con la voz ronca una vez se separó.
Mar obedeció, mientras miraba sobre su hombro como la rubia introducía parte del dildo en ella, soltando pequeños jadeos en el momento. La morena se la comía con la mirada, ambas se miraron a los ojos y ahí fue donde Victoria aprovechó para penetrarla despacio en su coño por detrás.
— O- oh.. — su cara se transformó en una de placer, sin quitar la vista de los ojos de Victoria.
Le encantaba aquello, había sido una idea genial comprar dichos juguetes, podían disfrutar mucho más y experimentar cosas nuevas como esa.
Victoria comenzó a mover sus caderas en forma de onda, procurando que a ella también le penetrara el juguetito que estaban usando, a estas alturas solo se escuchaban jadeos, gemidos y el agua corriendo de la ducha.
Era un reencuentro que ambas anhelaban.