20.

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Special chapter.

María Victoria's (Miko's) POV.


Estaba molesta conmigo misma por hacerle aquello a Mar, me sentía la peor persona del mundo. No había sido mi intención traerle aquellos recuerdos tan desagradables para ella.

Me encontraba camino a la habitación de Lisa, no tenía cabeza para lidiar con ella ahora y sinceramente ya no quería. Reflexionar los minutos que estuve esperando a que Mar saliera del baño me hizo pensar en cuánto la amaba, ya no quería tener que frenarme por mis pensamientos estúpidos.

— ¡Vicky! ¿Ya iremos a cenal'? — me preguntó una vez abrió la puerta.

Yo suspiré.

— Lisa, te pido polfavol' y con todo el respeto del mundo que... ya no sigamos en esto que tenemos.

Pude notar que su cara se transformó a una de confusión y enojo.

— ¿Qué dices?

— Esto — hice una seña con mis manos — no nos lleva a ningún lado y la velda' no te veo para algo serio. — confesé.

La vi fruncir el ceño, se notaba desorientada y molesta.

— He tomado un fucking vuelo de casi siete horas para velte' y me vienes con eso?

— Yo no te pedí que vinieras — confesé.

La verdad era esa, había llegado de sorpresa.

— Me estás gastando una broma — se rió sin gracia.

— No, Lisa. Te estoy haciendo un favol' de no jugal' con tus sentimientos. — le dije honestamente.

No recibí respuesta de su parte más que una lanzada de puerta a la cara. Suspiré pesadamente y volví a la habitación que compartía con Mar y al entrar ya no vi sus pertenencias, tan solo el girasol que había traído ella los días anteriores. Mordí mi mejilla por dentro nerviosa.

Comencé a marcarle pero no contestaba, le avisé a cada miembro del equipo a ver si sabía algo y solo Mauro supo responderme.

"Está en otra habitación, me dijo que quería estar sola. ¿Qué pasó?"

Honestamente no quería decirle lo que había sucedido, me mataría por la estupidez que cometí y por lo visto aún no sabía. Me atreví a preguntarle por el número de habitación pero solo recibí un:

"Sí lo sé, pero me pidió en especial que no te lo dijera"

Yo de verdad quería darme contra la roca más dura que existiera. Quería buscarla y pedirle perdón de rodillas si era posible, pero tendría que esperar hasta mañana al momento del show para poder verla e intentar hablarle.

En parte esa era otra cosa que me preocupaba, que no se presentara a trabajar por todo lo sucedido. Y es que vamos, me importa poco que no trabaje... solo me importa verla y saber que está bien, me importa tenerla a mi lado.

Debía admitir que me había estado comportando como una completa idiota desde que sucedió lo de la confesión, había alejado a mi mejor amiga y posiblemente al amor de mi vida también. Todo por no querer intentar algo que pudo funcionar, solo por el miedo de terminar distanciadas.

Y es así como estamos ahora, distanciadas por mi culpa sin siquiera haber intentado tener un romance entre nosotras.

Pensé que besar y coger con otras chicas me quitarían de la mente que también me gusta ella. Porque aunque le diga muchas veces que lo nuestro no puede ser, muy en el fondo siento el mismo amor, o incluso más, que ella por mi.

Destino. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora