— Podemos hacer un dibujo simple pero llamativo — opinó la morena. — letras y al rededor algunas referencias a canciones anteriores.
Ya estaba en la casita donde todos vivían juntos, pero no revueltos. Había aprovechado para llegar ayer luego de que Victoria pasara por su casa y sucediera todo aquello.
– Me gusta la idea — apoyó Mauro.
Victoria la miró.
— Referencias como?
— Ehh, no sé... podemos poner los grillz de la portada de lisa, alguna de las fotos tuyas con el outfit de ID, en una especie de locker — soltó ideas.
— Acho me gusta
— Comenzaré con un boceto y les muestro. — respondió sonriendo y se levantó de la mesa.
La rubia aprovechó el momento para darle una nalgada.
— ¡Coño, Victoria! — se quejó y le manoteó.
La otra se rió, y Mauro les miraba con una cara de confusión. Tendría una charla más tarde con Mar para sacarle el chisme.
La vieron irse, y ellos continuaron hablando.
Así pasaron la tarde, Miko y Mauro afinando detalles del nuevo single y Mar realizando la portada. El boceto les había encantado por lo que ella comenzó a hacer la propuesta definitiva.
— Creo que me debes un chisme — alzó la ceja Mauro entrando a la habitación de Mar.
La morena lo miró enrojeciendo.
— A veces me asusta lo rápido que me descubres.
— Son dones, son dones... — se sacudió el hombro.
Mar rió.
— Bueno, es algo raro que sucedió ayer. — dejó el iPad a un lado. — Me dijo que le gustaba, que estaba enamorada... así sin más.
— Era algo obvio, no sé por qué tardó tanto en decirlo. — rodó los ojos — Y ahora que pasará?
— No lo sé... sólo ha estado cariñosa pero no me ha dicho nada más — se encogió.
— Dale tiempo, a lo mejor no se quiere apresurar.
— Mm, tal vez. — suspiró y miró sus pies.
(...)
— ¿Que haces? — preguntó Victoria entrando a la habitación.
Mar la miró del revés, volteando la cabeza.
— Viendo tiktoks — sonrió.
Victoria la analizó acostada en la cama. Había un bonito atardecer del cual la luz se colaba por la ventana de la habitación, hacía resaltar la piel canela de Mar.
La morena tenía una blusa algo transparente junto a unos jeans a la cadera, que dejaban ver un poco su tanguita. Le encantaba, se vería preciosa.
— Te ves hermosa — sonrió — puedo tomarte pal' de fotos?
Mar se sonrojó levemente.
— Está bien — accedió.
Miko tomó su celular y comenzó a enfocarla, Mar hacía poses de modelo, Victoria estaba segura que si no le gustara tanto el dibujo hubiese sido una modelo genial.
Sus curvas eran perfectas, sus nalgas, sus pechos, todo natural. Los labios carnosos que tanto le gustaban, sus ojos miel adornados de unas pestañas largas y ni hablar de su hermoso cabello negro. La traía loca.
Desquiciada.
— Puñeta que rica te ves mami — mordió su labio y se acercó para robarle un beso.
Al separarse la morena suspiró enamorada.
— Las subiré a historia — anunció tumbándose a su lado y comenzando organizar la fotos para subirlas.
Mar la miraba atenta a lo que hacía.
— Me etiquetas — ordenó
— Como la patrona ordene — bromeó y ambas rieron.
— Tus redes van a enloquecer — suspiró.
— Todos saben que eres mi mejor amiga, Alissa
— Sí pero... hace unos meses los paparazzis nos fotografiaron casi besándonos — la miró a los ojos
— No hemos formalizado nada aún, así que... tranquila, ante todos eres mi mejor amiga.
A decir verdad aquello le había confundido un poco, porque tampoco era que habían formalizado algo entre ellas, así que ante todos y ante ellas mismas... aún seguían siendo mejores amigas.
Ya comenzaba a sobre pensar cuando recordó lo que le dijo Mauro, "A lo mejor no se quiere apresurar"
— Ya subí las dos que elegí como mis favoritas. — habló sacando de sus pensamientos a la otra.
Mar la miró y le sonrió.
— Ya mismo hago repost — mordió su labio. Tomó su celular y se concentró en hacerle repost a las historias de Victoria
— De verdad te ves preciosa, siempre te ves preciosa. — halagó Miko nuevamente
Podría decirse que Mar era un tomate en ese momento, la rubia se acercó a besarla de nuevo, abrazándola un poco, apegándola a ella mientras le acariciaba la espalda un poco desnuda por lo corto de la blusa.
Al menos Mar ahora se sentía un poco más completa que antes, ambas se habían quitado un peso de encima y habían comenzado a amarse sin alguna frontera o excusa.
Ella rogaba que todo fluyera de una manera correcta para que ninguna saliera lastimada.
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