Preparativos y verdades

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Capítulo 14

Rebecca

David estaba extraño.

Demasiado.

Llevaba dos horas en su oficina trabajando en el proyecto de Williams, siempre que hablábamos se quedaba pensando demasiado en algo que no me decía. Había notado que, procuraba mucho su teléfono como si estuviera buscando algo, si lo encontraba, sonreía y se quedaba con él, pero si no hacía una mueca de disgusto y lo dejaba de vuelta en su lugar.

Lo observaba desde los sillones con inquietud y curiosidad. Parecía estar nervioso y eso era lo que me parecía raro, desde niña recuerdo a mi hermano como un hombre serio y centrado y ahora estaba comportándose totalmente diferente. Tenía que repetir como tres veces las cosas porque siempre me decía ¿Qué?

—Te noto raro—  alcé la voz y sus ojos verdes se despegaron de su celular para enfocarme.—Desde que llegué no pones atención a lo que te digo y a todos dices sí.

—Tengo mucho trabajo— se endereza en su lugar y le presta atención a su computadora ignorando la notificación que llega a su teléfono.

—No te creo. Te conozco, siempre has tenido el control de tu trabajo— me levanto y me posiciono frente a su escritorio con mi tableta contra mi pecho.—Al menos que tengas una distracción.

—¿Distracción?— ríe cómo si fuera una tontería.—Por supuesto que no.

—Por supuesto que sí— lo miré con los ojos entre cerrados cuando el teléfono volvió a vibrar contra el escritorio.—¿No vas a contestar?

—Son las noticias.

—Ajá.

—El mayor aquí soy yo, no deberías interrogarme tanto.

—¿En serio?— levanté una ceja irónica y noté como se tensó cuando el teléfono empezó a sonar avisando una llamada entrante.

Le eché un ojo a la pantalla que estaba boca arriba cuando el nombre del contacto apareció. Quise reír cuando miré el registro de esa persona en la aplicación de contactos.

—¿Diseñitos locos?— reí y lo tomó metiéndolo en su saco y poniéndose de pie.

—No te burles de mí— gruñó y caminó a hasta mí.—Ten respeto por tus mayores, mujer.

—Tienes novia— asentí, ignorando su regaño.
—Eso es obvio y yo quiero saber— me quité los tacones de un punta pie y me subí al sillón de nuevo.—¿Quién es mi cuñada?

—Rebecca— suspiró cansado.—¿Cuántas veces te he dicho que no te subas así niña?

—Ya perdí la cuenta pero no me cambies de tema— salté en él sin soltar mi aparato.—¿Quién es tu novia?

—Eso no te importa— gruñó y me tomó de la cintura para que dejara de brincar.

—David, David— canté.—Dime quién es la afortunada.

—Te lo voy a decir cuando...— cortó sus palabras cuando el teléfono sonó de nuevo y yo solté a reír.

—Diseñitos locos te está llamando.

—Cállate— me bajó y me puso en el suelo.
—Ve a trabajar y deja de perder el tiempo. Recuerda que después de que termine la construcción, lo demás será de nosotros.

—La propuesta está lista. Pensé que no me habías puesto atención.

—Yo siempre te pongo atención. Debo salir.

Mi Corazón Sigue Siendo Tuyo (#2. Bilogía Amor Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora