Feliz cumpleaños, Reby

4.1K 316 14
                                    

Capítulo 41

26 de octubre de 2024

Rebecca

El corazón me late descontrolado cuando a medida que mi auto avanza, mis ojos ponen atención a cada parte del lugar que, en algunas cosas sigue igual y me provoca nostalgia.

Esta casa tiene encerrados muchos recuerdos míos tanto de mi infancia como de mi adolescencia, que lamentablemente no son agradable y que la mayoría de ellos son de esa categoría. El dolor y la tristeza se ven reflejados en esa fachada de mansión lujosa, desde el vidrio del parabrisas puedo ver mi ventana, esa que usaba para ver cómo Nicolas llegaba casi toda las noches con la excusa de convivir con mi familia porque eran íntimos amigos.

Yo creía que era por mí, porque ya me había declarado lo mucho que le gustaba y me quería, pero no, todo era para ilusionarme y divertirse a sus anchas cuando en realidad le tenía los ojos puestos a Nancy y todo lo que ella iba a heredar por ser la consentida de la familia.

Trato de que esto no me afecte, pero fallo una vez más. Mi corazón está tan herido y con un pequeño vacío donde se supone que debería estar todo el amor de mi familia, ese que nunca conocí hasta estar lejos con mi tía , mi tío y con Madison, y sobre todo ese que obtuve con Enzzo y Sabina, ese amor inmenso me hacía muy feliz.

Helen lo dijo, dijo que Enzzo estaba en paz y yo también lo quería estar, quería soltar todo este dolor que traía y que necesitaba y quería dejar para siempre. Por eso estaba aquí, frente a la Mansión Villanueva para dejar todo en el pasado por fin.

Bajé de mi auto al estacionarlo y subí las pequeñas escaleras para después, un poco indecisa, tocar el timbre de la gran casa que se alzaba ante mí. La puerta se abre, y siento como mi corazón se quiere salir cuando una mujer de servicio me recibe con una sonrisa.

—Buenos días— saludó cuando miró que no decía nada, solo la miraba fijamente.—¿Le puedo ayudar en algo?

—Buenos días— correspondí y tomé una gran bocanada de aire.—Busco a la familia Villanueva.

—Claro, por aquí.

Abrió la puerta para que yo entrara y empezó a mostrarme el camino, camino que no debía mostrarme pues yo había vivido aquí por muchos años. Entramos a la sala y se fue diciendo que le avisaría a sus jefes que estaba aquí, no quise dar ningún nombre, no quería ponerlos en alerta.

Mientras ellos venían, di vueltas en la sala observando los cambios, me acerqué a la chimenea y miré con nostalgia las fotografías que había sobre ella, varias de mis hermanos y yo cuando estábamos pequeños. Estaba también la fotografía de David y Nancy cuando se graduaron de la universidad, y por supuesto no estaba la mía, esa la tenía en mi casa junto a Enzzo y mi hija.

Tenía casi nueve años sin venir a esta casa que todos los recuerdos me golpearon fuertemente, como si quisieran derrumbarme aquí mismo.

—En un momento vienen— giré al escuchar la voz de la misma mujer.

—Gracias.

—Por cierto, señora— se acercó sonriendo con tristeza.—Feliz cumpleaños.

La sorpresa llenó mi expresión cuando la escuché, ni siquiera se esperó a que le diera las gracias, simplemente se dio la vuelta y regresó por el pasillo que daba a la cocina. Ella me había recordado, y me había deseado un cumpleaños feliz.

Mi Corazón Sigue Siendo Tuyo (#2. Bilogía Amor Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora