Organización

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Capítulo 25

Rebecca

Dos días después.

La noticia de mi embarazo llegó a los oídos de la familia Harper, la mía y toda la empresa de Enzzo. Mis amigas estaban enteradas al igual que los amigos de mi futuro esposo y todos estábamos contentos con la noticia. La señora Helen fue una de las más emocionadas hasta el punto de ponerse a llorar junto conmigo porque cuando ella lloró primero mis lágrimas salieron gracias a las hormonas.

Todos habían pasado sus manos por mi vientre todavía plano y pude identificar la cara de pocos amigos de Enzzo cuando eso sucedió provocando en mi gracia. Me hizo saber que no le gustaba que nadie tocara mi abdomen, que solo él podía acariciarlo y darle besos, sobre todo por las noches cuando estábamos acostados.

—Buenos días, Margarita— saludé a la asistente que se encontraba en el lugar que alguna vez fue mío.

—Buenos días, Rebe— sonrió.

Apenas tenía dos días trabajando y ya se había vuelto de mi confianza. Margarita hacía muy bien su trabajo y se notaba que era una buena persona en la cual confiar. Y viceversa, yo también le agradaba.

—¿Enzzo está solo?— pregunté, tomando la chapa de la puerta.

—Sí.

Abrí la puerta y sonreí al verlo en su lugar con el ceño fruncido y la mirada en la pantalla de su computadora. En cuanto cerré la puerta sus ojos me miraron y al instante sonrió mirando mi rostro y después mi abdomen.

—¿Cómo han estado?— preguntó.

—Tu hijo muy bien— caminé a él dejando mi bolso sobre el escritorio.

—¿Y mi futura esposa?— sus brazos me rodearon cuando me senté sobre sus piernas.

—Tu hijo no deja de pedir comida— suspiré y le di un beso.—Desayuné antes de salir y al llegar a la empresa le pedí más comida a mi asistente. Además, no me deja con los mareos.

Me abrazó más fuerte hasta el punto de dejar mi cabeza sobre su hombro, pude oler el aroma de su perfume y cerré los ojos cuando el olor me agradó, todo lo contrario al otro que hice que tirara a la basura porque no lo soporté. Hizo a un lado el blazer negro y colocó sus dos manos sobre mí para después brindar suaves caricias que me relajaron.

—Este bebé será rebelde como su madre— murmuró en mi oído y sonreí.

—¿Te imaginas cuando crezca?— pregunté y abrí los ojos para poder verlo con angustia.—¿Crees que seremos buenos padres?

—Por supuesto que sí— me besó.—Seremos los mejores padres para nuestro hijo.

—¿Tienes algún nombre en mente?— quise saber y lo miré con curiosidad cuando sonrió muy galante.

—Enzzo Harper Villanueva.

—¿Cómo tú?— alcé una ceja y su expresión fue de indignación total.

—¿Tienes algo en contra de mi nombre, mujer? Es lo más hermoso que existe en el mundo.

—Creí que te gustaría algo diferente.

Mi Corazón Sigue Siendo Tuyo (#2. Bilogía Amor Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora