capitulo 9:borachera

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Al siguiente dia, me sentia mejor, la doctora me dejó una crema que me hizo dormir la zona, tome una pastilla y me levante. Debía desayunar con tom

Estuve lista a tiempo y este entro...

-Buenos días.-Dijo serio mirando mi estado. Hice reverencia sin responder. -¿Estas bien?.-Preguntó algo incómodo.

-Si. Dije cabizbaja. Este iba a salir pero lo detuve con mis palabras-Lamento mi falta, prometo seguir cumpliendo estas.-Hice reverencia y vi sus nudillos, estaban rotos y no se por que pense que tendría que ver con "encargarse de ayary".

-Vamos.-Dijo incómodo y se adelantó.

Baje por las escaleras algo extrañada por lo que miraba. La servidumbre y los guardias del interior de la casa estaban reunidos y me acerque algo insegura, ¿que pasaba?

-Ven aca.-Dijo tom apuntando al piso junto a él y obedeci.-Saluden a la Señorita Taylor.-Ordeno y me hicieron reverencia. Mire alrededor y ayary no estaba. Baje mi cabeza como ellos lo hacían.-Ella es mi chica y exijo respeto ante ella, nadie la toca a no ser que tenga mi permiso. La servidumbre debe obedecer a sus órdenes y los guardias no antes de que consulten sus deseos conmigo primero. El respeto que me dan a mi, se lo dan a ella. ¿QUEDA CLARO?.-Eleva la voz a lo último.

-Si Jefe.-Dijeron como militares.

-Vamos a comer.-Dijo más tranquilo mientras me tomaba de la cintura poniendo mi cuerpo muy tenso.

Comíamos y le vi sus heridas, no tengo duda de que se deben a que ayary no este aca tras de mi.-Hoy harás lo mismo que el otro dia, iras al salón para que te arreglen.-Dijo y asenti.-Confio en que te comportaras como aquel dia, habra mas gente.-Dijo serio y volví a asentir sin mirarlo.

Tuve el mismo dia de salón que le otro dia, solo que estaba vez era una fiesta por lo que me alistaron más formal. Cubrieron mis marcas y mi labio. Subi y un vestido de gala me esperaba, era precioso. Al colocarme este vestido no podía abrochar el cierre, si intentaba doblar mis brazos para alcanzar mis espalda me dolía las quemadas en mi abdomen. Tenía el vestido abierto hasta el inicio de mis nalgas por lo cual necesitaba ayuda de la mujer que se encargaba de mis prendas, Toque la puerta y un hombre abrió esta, haku, recuerdo su nombre. Me asome algo tímida.

-Hola, necesito ayuda con mi vestido.-Dije tímida. El se vio algo incómodo.

-No puedo ayudarla en eso.-Dijo y chasque mi
lengua.

-Será rápido. Sali tapando como pude la pequeña parte de mi trasero que se notaba, le di la espalda esperando se apresurara a subirlo cosa que lo puso más nervioso.

-¿Qué ocurre? -Dijo aquella voz y su figura se hizo presente al lado de nosotros con una ceja subida. Rápidamente baje mi mirada y me aleje del guardia.

-Necesito ayuda.-Dije sosteniendo mi vestido. Este se quedo en silencio y vi de reojo como su cabeza se situó en dirección a haku.

-Entra a tu habitación-Dijo seco y eso hice, entré intentando tapar mi ropa interior pero me quejaba del dolor. Este me siguió y cerró la puerta.-Date la vuelta.-Dijo serio y obedecí, puso su mano en mi cintura lo cual me hizo tensar mucho. Tomó del cierre lo cual me dio un poco de cosquillas en aquella zona y lentamente subió este.

Había terminado de subirlo por completo pero se había quedado ahí, todo estaba en silencio pero yo estaba muy tensa y nerviosa. No pude más y gire para quedar frente a él.

-Gracias: Dije al terminar la reverencia y me atrevi a subir mi vista algo tímida. A decir verdad odio mis pensamientos pero el hombre era realmente atractivo.

Salimos y subimos a un lujoso auto deportivo. Contábamos con aproximadamente 5 camionetas lujosas como escoltas.

-Te dare tu libertad al llegar pero haces algo una bala atravesará tu cabeza.-Dijo y asentí mirando el piso del auto.

vendida a un mafioso (Tom Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora