vendida a un mafioso (Tom Kaulitz)

capitulo 30:El final ??

Pasaron días y siempre vigile a Taylor en aquel departamento, la cuidaba las 24 horas al dia. Ya no podia dormir sin ella.

Mantuve mi palabra con respecto a las reglas pero contenía tanto mi enojo y era solo por ella, por que no estaba y la extrañaba tanto. Traje a casa cada uno de mis enemigos acabando con ellos en busca de Hwasa, Irene y Eunwoo, ¿Como es que esas ratas no pueden ser localizadas?. Ellos tenían la culpa de que Taylor se alejara de mi.

Miraba a Taylor por las cámaras de aquel departamento, ella miraba la ciudad desde la punta del edificio, miraba la ciudad con nostalgia. Se acostaba en su cama y miraba el techo sin hacer nada mas. Ella trataba de contactar a sus padres pero nunca presionó el botón de llamar, ella sabe que está muerta para ellos y no quiere destrozarlos con esa llamada.

Al pasar los días pensé que ella me extrañaria, que sentiria aquella falta de mi presencia pero esto no pasó. Ella solo se acostaba en su cama y no pegaba el ojo en toda la noche como yo, quien cuidaba de ella en cada segundo, minuto y hora del dia. La verdad no se que ella esperaba hacer ahí y por que no lo hacia aqui a mi lado, lo que tenía claro es que si no hacía algo rápido, perdería la cabeza e iría a ella aunque no sepa quien soy.

El no dormir me fue consumiendo, el pensar en ella cada dia me destruía y el no tenerla me hacia sentir vacio. Realmente todo se fue al demonio desde que se fue, la casa se volvió a sentir como un infierno, al final tenía razón, esa mujer es mi perdición.
Pasaron los dias sin poder cumplir lo que le prometi,
rompi cada una de mis reglas tratando de ser
paciente por ella. No podia seguir conteniendo mi
enojo, mi alias no es en vano. Soy el mafioso másviolento de corea por una razón, asesinó sin piedad, castigo y torturo a todo y todos quienes estén sobre mi poder.

Limpiaba la sangre que tenía en mis manos debido a una golpiza que le propine a un jardinero que me miró al reprender a uno de mis guardias.

-Jefe.-Entró ayary al entrar en mi oficina.

-Habla.-Dije con el humor que tenía desde hace días.

-Los encontramos, encendió su teléfono y pude rastrearlo.-Dijo y lo miré levantándome de mi silla. Al fin podria vengarme de esos imbéciles. Reaccione y di el aviso, todos estabamos listos para este dia.-¡Esperé!.-Dijo y lo miré con disgusto.-Es una fábrica, hay demasiados Jefe, lo esperan.

-Malditos bastardos, tienen a mucha gente protegiendo su trasero. Espero no se les haya olvidado quien soy, los haré mierda.-Dije con mucha furia y planifique lo más rápido que pude a mi equipo para irnos.

Baje y todo mi equipo circulaba por los alrededores de mi mansión, entraban a los autos con prisa.

-Jefe esta misión será muy dura.-Dijo ayary preocupado al estar todo listo y rei.

-Creo que todos estos años no te han enseñado quien soy.-Dije y tome su hombro dando golpes amistosos.-Mejor sube al auto.-Dije y ambos subimos al auto.

Salimos a aquella misión que tenía como propósito matar sin piedad.

Llegamos a la fábrica lo mas rápido que pudimos, era una fábrica abandonada a las afueras de Tokio. por lo que nos dio tiempo suficiente de contactar atodos mis colegas, ya no tenía tantas personas como antes. Estos días temiendo tener a algún traidor a mi lado, llegue a eliminar a muchos de los míos pero eso no cambiaba el hecho que soy una puta máquina de matar.

Entramos y eliminamos a los primero que vimos. Ayary tenía razón eran muchos pero lo que crei eran nuestra ventaja fue nuestra debilidad. Era oficial que la persona que me traicionó estaba viva, ya que los guardias asesinados tenían a su mano las armas que yo mismo traficaba, las mejores armas del mercado en el último mes.