capitulo 3: Castigos

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Pasaron los días me había salvado de cualquier castigo, no había visto en ningún momento al Señor Tom  por lo cual estaba agradeciendo, ya que había escuchado muchísimas historias que si no lo hubiera visto por mi misma pensaría que es ficción.

2 semanas después de mi secuestro...

Ya no me vigilaban pues no soy idiota para intentar escapar y obedecia a todo lo que me decian, tenia que lograr que me dejaran de seguir por que esos guardias que ponían los pelos de punta.

-Irás al 3er piso niña. Dije y me asuste. Uno de los pisos prohibidos del Jefe tom, cerraron la puerta y mire a la señora Woo.

-¡Me violara!.-Dije perdiendo el aliento. Mis ojos estaban muy abiertos y empecé a temblar.

-Tranquila mi niña, la servidumbre no hace eso, lo haz hecho muy bien tu puedes-Dijo tomando mi rostro tratando de calmarme. Recuerda no mirarlo.-Asentí y sali, ya los guardias me esperan afuera y me llevaron a ese temido 3er piso, caminamos a una sala.

-Limpiaras los muebles, las mesas y espejos. Al señor no le gusta que tarden, estará acá pronto y quiere que tu lo hagas.-Dijo uno de los aterradores guardias muy serio. Asentí nerviosa. ¿Por que me pidio a mi hacerlo? Tomé mis implementos de limpieza para inicar.

Pasaron unos minutos y me hablaron.

-Viene el jefe, supongo ya te dijeron que hacer.-Dijo un hombre serio y asentí sin mirarlo. Continúe con mi trabajo pero algo en mi cambio al sentir esa energía tan diferente acercarse, ya me había acostumbrado a los guardias pero esto era más grande, el era el Jefe. Sentí como un peso se ponía en mi cuerpo, me estaba mirando mientras se acercaba.

Ya lleva 2 semanas aca, largo-Dijo y los guardias se retiraron de mi alrededor, no me atrevi a subir la mirada de aquella mesa que llevaba limpiando desde hace un minuto, no tenia el valor de cambiar mi posición, solo escuche pasos alejarse pero esa pesadez continuaba ahí. Quería verlo, quería ver si me miraba, si era como lo describía la señora Woo. Maldita sea me intrigaba tanto pero no lo hice.

-¿Que esperas?, continua.-Dijo esa voz algo agresiva. Me asuste tanto que empuje un poco mi jarra de limpieza, no llegó a caerse pero tambaleo lo suficiente para dejar unas grande gotas en el reluciente piso y se escuchó un silencio, simplemente esperaba el golpe en mi cuerpo. Escuche pasos acercarse a mi, aqui vamos, tu eres fuerte Taylor, tu soportaras.

- En t/p no enseñan a las señoritas a limpiar?-Dijo con voz seria justo a mi lado, no sabía si responder o qué hacer, ¿me estaba dando permiso de responder o siquiera hablar?-Veo que te hablaron bien de mí.-Dijo y juraba escuchar una pequeña risa al final, estaba orgulloso de sentir mi miedo.

-Asenti lentamente.-

-Me dijeron que no diste problemas al llegar, me impresionó.-Dijo. Sentía como miraba el perfil de mi rostro, podía ver su rostro en mi dirección de reojo pero no me atrevía a mover mis ojos hacia esa dirección por mucha duda que tenía.-La proxima vez que tires algo donde no debes, voy a considerar cambiarte a las que no duran ni 2 dias aqui.

Senti su clara amenaza y se alejó de mi dándome la espalda permitiendo a mi ser respirar al fin. Di un gran trago de aire a mis pulmones.

Termine de limpiar lo más rápido que pude y me fui.

Al siguiente dia me dirigieron al comedor para preparar la mesa, el jefe comería por primera vez ahí desde que llegué, venía visitas.

Repasaba el servicio y lo lleve a la mesa para colocarlo en el debido orden que la señora Woo me instruyó.

-Atenderás la mesa hoy, ordenes del jefe.-Dijo el guardia, me puse muy nerviosa, no sabia como hacerlo.

-Tranquila solo colocaras mas pan o café si ellos desean, los meseros harán el resto.- Dijo una de mis
compañeras y asenti.

Llegó el momento, el jefe bajó con quien parecía un hombre aterrador.

-Saca a esta plaga de aquí tom.-Dijo este hombre y se sentó.

-Se retirarán cuando yo diga.- Dijo y oh no, siento esa
pesadez de nuevo, yo miraba mis pies pero lo senti,
el me miraba.

Nos retiramos pero llegó mi momento, el postre, debía ofrecer cafe.

Me acerque nuevamente al comedor con una caliente jarra de café, estaba aterrada, me acerque primero a él, estaba sentado pero aun así no acerque en lo más mínimo mi mirada a el. Ahora debía acercarme a ese hombre asqueroso y paso lo peor.

-Uh...-Dijo y pude sentir como un escalofrío bajaba por mi cuerpo, me estaba devorando con la mirada-¿Que hace esta niña acá?.-Dijo con una voz asquerosa.

-Es nueva.-Dijo el jefe pero me resistí a mirarlo. Hice
reverencia y me acerque a servir el cafe.

-¿Americana? -Pregunto y lo miro., el jefe no respondió por lo que supuse solo asintió.-¿Como la tienes aca y no en tu cama?

.-Dijo y senti como se inclinaba para mirarme el trasero.-¿Puedo?.-Pregunto y mis nervios aumentaron.

-No.-Dijo en seco. Aun así sentí un apretón en mis nalgas y sobresalte derramando un poco de café en el mantel al separar la jarra de la taza y claro lo notaron, senti como esa mirada asesina se clavaba en mi.

-Puta, estúpida.-Exclamó el viejo y me aleje bajando la mirada a su lado.-tom  dejame enseñarle en alguna habitación de la que se pudo salvar.-Senti como mis ojos se abrieron con terror, mi destino dependía del Joven Tom, quien supe tenia solo 24 años.

-Te dije no la tocaras.-Dijo algo molesto. No la tocaras repito, a ella no.-Sentí como giro.- ayary llevatela, ya sabes que hacer por lo de la mesa.-Dijo de lo más normal.ayary , quien fue quien me estrello el primer dia contra la pared. Me tomó bruscamente pero no dije nada o me opuse, solo me deje llevar con cara de dolor y aceptar mi muerte,

-¿Que me harás?. Dije nerviosa mientras nos alejabamos de ahí, sentia mis lágrimas salir; íbamos por un pasillo donde nadie estaba.

-Callate.-Dijo y bajamos unas escaleras a una habitación super aterradora donde me propino una cachetada que me lanzo al suelo. Tomo lo que parecia ser un látigo, me agacho aún más con su pierna y me azotó la espalda con mucha fuerza con mi ropa puesta. Supuse para no romper mi piel pero dejando una marca segura en cuestión de segundos, solo me dio uno y pude ver el cuarto donde me encontraba mejor, jamás había visto alto tan horrible, era un cuarto de torturas. Me saco de ahi a la fuerza mientras yo sollozaba.

-No volverás con ellos, no humillaras al jefe frente a su colega.-Dijo entre dientes jalando mi brazo con fuerza mientras yo lloraba, me devolvió a mi habitación y llore hasta que los hombre se retiraron y volvi al trabajo.

🌟⭐Francheska ⭐🌟

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vendida a un mafioso (Tom Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora