El tan esperado día del Campeonato Mundial de Boxeo por fin había llegado. Sabía que El Destructor ganaría. Actualmente me encontraba sentada en las gradas —mi novio reservó un asiento en primera fila solo para mí—, esperando a que los boxeadores salieran y entraran al ring. Todos los espectadores, o al menos la mayoría, gritaron de emoción y se pusieron de pié cuando Liam Noah apareció. Se veía raro. Como distraído.
Seguro es sólo tu imaginación.
Sí. Seguro es eso.
No estaba muy convencida. El contrincante apareció. Unos pocos lo animaron.
"¡Puños de hierro!" gritaba la minoría. La mayoría apoyaba al extraño Noah, que ya tomaba posición en el lado izquierdo del ring de boxeo. Confío en él, pero todo esto me da mala espina.
El rival utilizó el típico gancho con ferocidad y rabia contenida para atacar a Don Musculitos cuando empezó la primera ronda. Liam Noah escupió sangre en el aire y cayó al suelo. Noqueado con un solo golpe. Hay algo mal. Algo está muy mal. No puede ser que después de tanto entrenamiento haya pasado esto.
Mi preocupación se esfumó cuando mi boxeador se levantó forzosamente después de unos segundos, por suerte la cuenta regresiva no terminó. El mundo entero está viendo esto.
El mundo entero está viendo al actual campeón siendo derrotado por el anterior. Liam Noah se puso a la defensiva. Devolvió el golpe, sin embargo no tuvo mucho efecto ya que no fue certero. Puños de hierro golpeó con la derecha.
Mi boxeador escupió sangre nuevamente y retrocedió unos cuantos pasos. Estaba nerviosa. Sentía mi respiración más pesada. El Destructor falló un ataque y su oponente aprovechó para noquearlo definitivamente.
Noah cayó al suelo otra vez.
Esta vez no se levantó.
Se acabó la cuenta regresiva.
Liam Noah perdió.
Me levanté de mi puesto, preocupada y corrí al ring. Con él. Me subí ahí aunque estaba prohibido y me dijeron que no lo hiciera.
—¡Liam Noah! ¡Liam Noah, despierta! —Mis lágrimas caían sobre él. ¿Por qué lloraba? No somos nada.
Pero lo amas y él a tí y de igual forma te niegas a aceptarlo.
—Señorita... —Un hombre intentaba hacerme entrar en razón, tocándome el hombro. Me quité su mano automáticamente.
El chico fue llevado a urgencias y yo decidí acompañarlo. Conocí la verdadera desesperación en esos momentos.
***
Me llevé ambas manos a la cara y apoyé los codos en mis piernas. Paré de llorar hace poco. Mis mejillas seguían húmedas. Leo, a mi lado, intentaba reconfortarme al igual que Alissa y Sara —no sé cómo pudo venir la camarera—. Todos esperábamos. Yo era la más nerviosa.
Un médico salió de la sala donde se hallaba el boxeador. Enseguida me puse de pié.
—El paciente Liam Noah LeBern se encuentra estable. Hemos encontrado droga en su organismo y esa droga le ha dejado más débil, por esto perdió la batalla —confirmó el doctor. Escuchar que estaba bien me alivió un poco, pero eso de la droga me dió la certeza de que sabían que contra él no pueden vencer—. Él quiere ver a su novia, Cheryl Smith.
—Esa soy yo —dije con una sonrisa de alivio.
Dejé que el médico me guiara hasta la camilla donde Liam Noah reposaba.
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AMOR ALQUILADO√√
RomanceUna psicóloga a la que le faltan unos cuantos tornillos. Un boxeador al que no le gusta luchar. Hay algo mal aquí. Comprar la misma casa y no saberlo está bien jodido, pero vivir juntos y ser completamente extraños lo es aún más. Completamente opues...