Capítulo 36

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Ahora que casi llegamos al fin, quiero decirles lo siguiente: ha sido un placer para mí compartir este libro con vosotros, mis queridos lectores. Además, un escritor no es nada sin sus lectores. Hasta la fecha esta es mi historia más votada y comentada y estoy feliz por eso. Gracias por apoyarme <3

El plan de Leo había resultado con éxito. Sara aceptó casarse con él y ambos estaban felices. Regresamos a la zona de piscinas donde anteriormente nos encontrábamos. Alissa y Derek hablaban tranquilamente cuando llegamos. Las chicas se marcharon a la zona de habitaciones y los chicos nos quedamos allí en el mismo lugar.

—Me enamoré de esa chica —pronunció el amigo de la infancia, refiriéndose a Alissa.

—¿Para cuándo la boda? —pregunté yo.

Leo miraba a algún punto en el agua, como embobado.

—No te precipites, Liam Noah. Aún no sé si le gusto. —Derek se encogió de hombros.

—Pues, no importa cómo, pero vas a conquistarla —expuse—. Leo, dile algo.

—¿Eh? ¿Qué? —murmuró mi hermano mayor.

—¡Venga ya, hombre! —exclamó Derek y le dió a Leo un golpe amistoso en el hombro—. Deja de pensar en el trasero de Sara por una vez.

—Es que no puedo creer todavía que me casaré con ella y estaré más tiempo junto a mis hijas —murmuró mi hermano mayor.

—Ay, el amor —soltamos los tres al unísono y suspiramos a la vez.

Nosotros encontramos a las chicas de nuestros sueños. Es difícil de creer pero cierto.

De vuelta en casa, Cheryl y yo debíamos contarle a sus padres que nos casaríamos. Pero, eso sería luego de saber el resultado de su prueba de embarazo. Ella tenía sus sospechas. La chica entró al baño. Dijo que me quedara afuera y yo hice eso. Desde afuera le daba ánimos y apoyo.

No tenía muy claro si quería que fuera una niña o un niño. De igual modo sería amado por mí y por su madre.

Lo malo, es que no sería mi hijo —o hija— legítimo, sería producto de esa maldita violación. Sé que Sherif amaría a ese bebé tanto como yo.

Al pasar los diez minutos, Cheryl salió del baño por fin. La prueba era positiva y estaba embarazada.

La abracé con delicadeza para darle ánimos, ella en serio se veía mal con esto. Voy a ser padre, quizás no biológico, sin embargo, sé que tendremos más hijos, si mi prometida quiere, claro. Confío plenamente en que mi hermosa Cheryl será una excelente madre.

De repente el timbre se escuchó por toda la casa. Me dirigí hacia la puerta para abrir. Los padres de Cheryl estaban de visita junto a su hermanito.

Los hice pasar dentro. Ellos se sentaron en el sofá delante del otro marrón en donde la chica y yo nos sentamos. Después de un buen rato, Cheryl me tomó de la mano.

—Madre, padre, Aaron. Tengo algo que anunciar. Quiero decir, tenemos algo que anunciar. —Corrigió la chica. Los tres la miraron con atención—. Liam Noah y yo nos vamos a casar y... Estoy embarazada.

—¡Felicidades! —exclamó mi suegra.

—Serán unos padres excelentes —enunció el suegro.

Espero que de verdad lo seamos. Siendo sincero, me sentía un poco nervioso por todo esto de ser padre.

—Espero que seamos tan buenos como vosotros —verbalizó mi chica.

—¿Entonces voy a tener un sobrino? —cuestionó el hermano menor de Cheryl con alegría.

—Pues, sí —contesté.

En algún momento me ofrecí para preparar algo de comer y el pequeño Aaron quizo ayudarme. Me dirigí a la cocina mientras él me seguía. Al final terminamos discutiendo sobre a quién Cheryl quería más. Si no es porque ella interrumpió aún estaríamos en esas.

***

El día de la boda llegó. La dinámica era hacer algo tipo dos bodas el mismo día. Cheryl y yo nos casamos primero con sólo firmar un papel. Luego era el turno de mi hermano y su prometida. Algo inesperado ocurrió. Un auto llegó al lugar. El mismo hombre con el que me encontré en la puerta de Cheryl se bajó del coche.

Solo se escuchó el ruido de un florero rompiéndose en la cabeza de ese hombre. Mi chica estaba detrás de él. El chico no respiraba. No se movía. Estaba muerto.

Y Cheryl lo había asesinado.

Llamamos a la policía. Mi chica se veía bastante mal. Por suerte para todos nosotros nadie fue enviado a la cárcel. El muerto era un maltratador y asesino además. Él conocía a Sara y venía a por ella.

Ocho meses después, Cheryl dió a luz una preciosa niña a la que llamamos Sofía. Tuvimos nuestra primera hija. Y era hermosa justo como su madre. Se parecía bastante a Cheryl.

Todos nuestros amigos y familiares estuvieron presentes en ese momento tan importante de nuestras vidas.

Un año después, mi esposa y yo tuvimos otro hijo. El niño fue nombrado Axel.

Y vivieron felices para siempre.

No tan rápido, mi querida conciencia.

Un día mientras me encontraba junto a Cheryl, Sofía y Axel, recibí una llamada misteriosa de un número desconocido. Extrañado por esto decidí contestar.

—¿Aló? ¿Quién habla? —inquirí yo poniéndome de pié.

Hubo un corto silencio. Cheryl me miraba con atención.

Se escuchó una tos seca del otro lado.

—¿Quién habla? —insistí.

—Me enteré de que tuviste una hija y un hijo con tu esposa, Liam Noah. —La enferma voz de mi anterior madrastra me desconcertó.

—Susie Park —pronuncié su nombre. Cheryl volteó la cabeza hacia mí con brusquedad y sorpresa—. ¿Qué quieres?

—Dinero para marcharme del país. Descubrieron drogas en mi negocio y hay una orden de búsqueda contra mí —me explicó la mujer.

—¿Y por qué debería dártelo? —interrogué utilizando un tono de voz fuerte con una mezcla de enojo y diversión.

—Porque estoy muriendo y no quiero morir en la cárcel —soltó. Deducí que no mentía, su voz se escuchaba extraña. Tenía algo grave.

Por un momento pensé en ayudarla. No quiero cargos de conciencia. Sin embargo, ella no lo merece.

¿Realmente valdrá la pena dejar que muera en la cárcel?

No vale la pena.

Sin embargo no puede irse del país sin pagar lo que debe.

—Por mí puedes morirte en la cárcel —dije con desdén y luego corté la llamada.

Cheryl volvió a mirarme con estupefacción. Ella entendió que no era necesario hablar para saber lo que pasaba. Comprendió perfectamente las frases clave.

Nunca supo sobre eso de que me había acostado con su mejor amiga. Aunque no tenía caso decirlo, así que Alissa y yo decidimos no hablar sobre esto. Además en ese entonces tampoco estábamos juntos. Prefería ser feliz con mi mujer que arruinar todo.

AMOR ALQUILADO√√Donde viven las historias. Descúbrelo ahora