La fiesta continúa. Me agradaron las niñas y yo a ellas también. En cambio, Liam Noah, no puede decir que le gustaban tanto. Él se esforzaba en mantenerse alejado. Les temía solo por la película de ayer.
Alissa no perdía de vista a las gemelas, ella se ofreció para ser tipo niñera. Debo admitir que me salvó.
La señora Susie, vestida con un vestido de gala muy extravagante, atrajo la atención de todos. Al parecer daría una información importante a los invitados.
—Hoy aquí todos reunidos, amigos, conocidos y parientes, tengo algo muy importante que decir. —Empezó la víbora. Esto me da mala espina. No confío en esa mujer del demonio—. Mis queridos invitados, me complace anunciar que uno de mis hijastros, Leo LeBern, se ha comprometido con la señorita Nicole Pritz.
El empresario salió de la casa acompañado por una chica. Ella lo agarraba de un brazo. La mujer era Nicole. Una modelo de veinticuatro años muy famosa. Incluso sin conocerla me caía mal. Ahora más todavía. Su cabello corto y rubio. Su exagerado cuerpo de Barbie. No parece una mujer real.
A mi lado Sara miraba a la pareja con decepción, tristeza y varias emociones negativas. Por su rostro pude deducir que ella ama a Leo. Y por supuesto, Leo ama a Sara. Para mí que soy psicóloga todo está claro: el mensajero de la familia fue obligado a casarse con la primera mimada que se atraviesa.
Por la mejilla de Sara rodó una lágrima y ella se limpió automáticamente, quizás para que no lo notara, pero ya lo sabía. Allissa también estaba afectada porque sabía la situación del plan Lara —pura casualidad que una de las gemelas se llame así— y además conocía que nuestra Sarita. ¿Acaso todos tienen secretos? La camarera ocultaba a sus hijas. Leo ocultó su compromiso. Vale, ahora sólo falta descubrir lo de Alissa y lo de Liam Noah.
La supuesta pareja se acercó a nuestra ubicación. La camarera mostró una sonrisa hipócrita a la chica.
—Hola —saludé sin esforzarme en reprimir mi odio hacia la mujer.
—Espero que se lo estén pasando bien —habló Nicole, sonriente e ignorando mi actitud—. Vosotros debéis ser los amigos de mi amorcito.
¿Cómo que su amorcito? ¡Ese es el amorcito de mi mejor amiga! Perra estúpida.
—Así es —contestó Alissa para mediar la situación, siendo más amable.
Mi mano terminaría en la cara de la modelo producto de una bofetada si alguien no intervenía.
No sé dónde rayos andaba Liam Noah, pero tampoco me importa mucho.
Si te importa solo que ahora tenemos un problema más grande: Nicole Pritz.
Respiré profundamente para intentar calmarme y que mis puños no terminaran en el rostro perfecto de la estúpida modelo.
Odio a primera vista.
Todos nos presentamos correctamente como las personas civilizadas que somos. Estábamos cerca de la piscina. De noche, aunque, toda la zona estaba bien iluminada.
***
Vi a Nicole de repente empujar a Sara hacia la piscina. Ellas dos se encontraban un poco alejadas, sin embargo, las reconocí perfectamente entre la gente. Mi mejor amiga cayó al agua. Leo fue el salvador que se lanzó a la piscina para rescatar a la camarera.
Yo no pude más. No resistí. Me escabullí entre los invitados y abofeteé a Nicole. Todo pasó muy rápido. Leo salió de la piscina con Sara. Ella no sabe nadar. Casi se ahoga.
Juro que voy a matar a esa perra estúpida.
Me centré en Sarita. El hermano mayor de Noah la dejó en el suelo al lado de la piscina y le hizo respiración boca a boca. Ella despertó. Me sentí aliviada. Leo se la llevó en brazos a otro lugar. No sé cuándo, pero las gemelas llegaron y lo presenciaron todo. Liam Noah también llegó con las niñas.
—¡¿Eres estúpida?! —reclamé a Nicole.
—¡Ha sido un accidente! —se defendió.
Alissa apareció de la nada también y le dió otra bofetada.
La bartender y yo pensamos en lo mismo. Con solo mirarnos lo sabíamos. Empujamos a la modelo —con toda la mala intención del mundo— a la enorme piscina.
Nicole salió del agua toda mojada.
—Perdón, ha sido un accidente —dije.
—¡¡Papi!! —gritó la chica.
—Ay, va a llorar la bebé —planteó Alissa fingiendo lástima y soltó una carcajada.
Un hombre mayor apareció. El señor Pritz, supuse. A su lado venían la víbora y Liam LeBern. Los tres me lanzaron miradas asesinas. Nicole fue con su "papi" y se escondió detrás de él.
—Ella ha empujado a mi mejor amiga y cayó a la piscina —hablé primero, con firmeza.
El señor Pritz me dió una bofetada. Perfecto.
—¿Usted acaba de golpearme? —pregunté.
—Cheryl, no... —Alissa iba a hablar pero se retractó.
—Sí, se lo merece —afirmó el señor Pritz—. No eres más que una ramera mentirosa y una cazafortunas.
Reí ante su comentario.
—Señor, con todo el respeto del mundo usted es un maldito hijo de perra incapaz de ver la verdad. Su hija lo utiliza, la ha mimado demasiado —solté yo, sin pelos en la lengua.
Te felicito, Sherif. Tienes una nueva meta cumplida: armar un escándalo en un evento importante.
Él volvió a golpearme una vez más, con tanta fuerza que volteé la cara. Suficiente. Una rabia inhumana me llenó el cuerpo. Lo miré a los ojos y sonreí. El hombre pareció confundido. Le regresé el golpe. Le rompí la nariz.
El señor se aguantó su nariz, sangrando. Todos estaban estupefactos. Adivinen a quién sacaron a patadas del evento.
***
Así es como terminé en comisaría. Pero igual no me arrepiento de nada. Hice bien en defender a mi amiga. Y creo que esa mujer se ha ganado el odio de las gemelas. Fue muy emocionante estar en una celda rodeada de maleantes.
Mi querido novio pagó la fianza y me dejaron salir. Al llegar a casa me di un buen baño. Llené la bañera de agua e hice muchas burbujas.
Porque sí, también me gustan las burbujas.
Como mínimo debo haber estado dentro del baño una hora. Salí más fresca que nunca. Me sentía genial. Después de la fiesta, Sara y Alissa se fueron con Leo hasta el apartamento, después de todo ellas dos viven en el mismo edificio.
Noah no quería hablarme. Lo entiendo. No es normal que yo me ponga agresiva, pero me sacaron de mis cabales. La bomba tenía que explotar. Bueno, yo tenía que estallar en algún momento.
Me encerré en mi habitación y leí lo que quedaba de "Meses a tu lado" toda la tarde.
Para cenar pedimos pizza con queso extra y jamón. Delicioso. Para bajarla tomamos refrescos y ya estaba. Esta noche no me dirigí a la cama del boxeador ni viceversa. Fue una noche tranquila.
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Honestamente debo decir que me emocioné bien perrón con la parte de la maldita Nicole y todas las bofetadas. Y sí, la odio. Por metiche. Espero que este capítulo les haya emocionado tanto como a mí. Espero sus comentariosss :D💞✨
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AMOR ALQUILADO√√
RomanceUna psicóloga a la que le faltan unos cuantos tornillos. Un boxeador al que no le gusta luchar. Hay algo mal aquí. Comprar la misma casa y no saberlo está bien jodido, pero vivir juntos y ser completamente extraños lo es aún más. Completamente opues...