Capítulo 46

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NARRA DEREK CÓMO FUE TODO DESDE SU PERSPECTIVA

Por fin. Estoy devuelta en mi amado país. En casa.

Los negocios en Canadá me dejaron exhausto y necesito descansar. Desde el aeropuerto tomé un taxi que me dejó justo en las puertas de mi mansión.

Bajé las maletas y llamé a la puerta. La chica que se encarga de limpiar la casa de vez en cuando fue quien abrió.

—Hola, señor Derek —saludó sonriente.

—Jackeline, sólo llámame por mi nombre. No es necesario que me llames "Señor" —aclaré.

—Discúlpeme, es la costumbre. —Soltó una risita nerviosa.

Ella se apartó y pasé dentro de la casa. Debo decir que todo se veía impecable. Jack es una limpiadora compulsiva, por lo que no me sorprende tanto.

La chica se fue a donde sea que vive y yo me instalé en mi cuarto. Extrañaba mi cama. Antes de me di un baño. Tenía la casa sola, no me molesté en ponerme ropa.

Encendí el aire acondicionado. Me dejé caer sobre el colchón y así me dormí. Debido al cansancio, eso no tomó mucho tiempo.

No hay nada como el hogar.

Cuando me levanté, tenía ganas de sentir un cuerpo femenino. En mis contactos sólo había una chica disponible: Jackeline.

La llamé. Ella no tardó mucho tiempo en contestar.

—¿Aló? —balbuceó.

—Hola, Jack. ¿Estás disponible en estos momentos? —pregunté sin rodeos.

—Sí, ¿pasa algo? ¿Alguna emergencia? —inquirió, preocupada.

—Es una emergencia, necesito que vengas a mi casa lo más rápido posible.

—Está bien, saldré en cinco minutos.

La chica colgó la llamada.

Lancé el celular a la cama y tuve la dignidad de al menos ponerme un calzón. No iba a abrir la puerta en pelotas, alguien podría pasar y verme. Además, Jack puede salir corriendo.

Y no está en mis planes que se vaya pronto.

Me eché algo de perfume sobre mi piel. Caminé hasta la sala para sentarme en el sofá y esperarla.

Pasé como media hora allí. Me dió tiempo de prepararme un sándwich y cepillarme los dientes.

Iba a irme de nuevo a mi habitación cuando escuché el timbre. Llegó. Al fin.

Revisé mi aliento. Estaba bien. Preparé una sonrisa ladina y fui a abrir la puerta. La cara de ella al verme era toda una obra de arte.

Jackeline apartó la mirada a la velocidad de la luz.

—¿Cuál es la emergencia? —Su timidez encendió una llama en mí.

—¿Nunca te vas a acostumbrar a verme así? —pregunté, directo.

No sería la primera vez que me acostaba con ella.

Jack negó con la cabeza. Sonreí de lado por esto.

AMOR ALQUILADO√√Donde viven las historias. Descúbrelo ahora