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Corea del Sur, Seúl.
Un mes Después.


Recargado de ese auto estaba Jungkook, atrás se encontraba HoSeok y SeokJin los cuales estaban bien armados esperando el momento adecuado. Un auto apareció y sacaron las armas apuntando ese vehículo, maldijeron al ver qué era de YoonGi.
De ahí bajo el y Taehyung, YoonGi saco un cigarrillo de la cajetilla y lo encendió, suspiro al sentir el sabor tan delicado de ese malboro. Del bolsillo saco también una pequeña bolsa con esos dulces asquerosos, se suponía que esos dulces le quitarían el vicio del cigarro y resulto que ahora era adicto a los dos.

Llegó esa camioneta negra al lugar, al abrirse la puerta empujaron a un hombre canoso y gordo, lo primero que hizo Jungkook fue patearle el rostro haciendo que el hombre gritara de dolor.

-Bajen a este bastardo al sótano.- SeokJin y YoonGi bajaron al pobre hombre que gritaba. Jungkook miró al comandante.-¿Te siguieron?

-Si, estarán en poco tiempo. Los francotiradores están en toda la área, no debes preocuparte por nada, hoy mismo se acabará el Clan Chino.

Jungkook asintió y el comandante subió a la patrulla, se fue detrás de la camioneta. Jungkook miró a sus hombres.- Hoy no importa nada, quiero a todos muertos.

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Esperaban ansiosos por todos esos hombres, un auto llegó y de ahí bajo YoonGi y NamJoon.

-Estan muy cerca, deberías bajar.- Los autos se escuchaban en los alrededores.- ¿Que hacemos?- pregunto YoonGi.

-Dejen que me encuentren, debemos terminar esto hoy.

El atentado más grande de Corea del Sur, cerca de cincuenta hombres murieron en esa emboscada. La mafia china había desaparecido en manos del más temido narcotraficante del país de Corea. Policías y militares se habían unido a el para eliminar esa mafia haciendo que el poder de este se volviera más grande, ahora era el dueño de la mafia China y Coreana. Zhāng y su hijo Makoto Qiang habían desaparecido de la faz de la tierra, o al menos lo de su hijo había sucedido.

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-¿Dónde está Jimin?-Jungkook era el que se encargaba del dolor hacia el hombre, en la mesa estaba repleta de armas para torturar.- ¡¿Dónde está?!

-De lo que te digan no creas nada, y de lo que veas, solo la mitad.-Jungkook golpeó el rostro del anciano, pero este soltó una risa.- Eres gracioso como cualquier payaso en alguna fiesta o plaza.

-Estaremos aquí hasta que me digas donde está.-El castaño estaba cansado de golpearlo, suspiro y tomo otra herramienta, jugaría cortando uno de los dedos.

Sus hombres se encontraban sentados esperando turno de golpear a ese anciano.

-El mayor amigo de la verdad es el tiempo; su más encarnizado enemigo, el prejuicio; y su constante compañera, la humildad.- El castaño suspiro antes las palabras continuas de este anciano, no lo comprendía en absoluto.

-¿Son acertijos?- El anciano sonrió, el castaño es cuando comprendio el juego de este, suspiro y le dio otro golpe en el rostro.

-Es interesante como se puede jugar con la cabeza de alguien. Tan brutal y hermoso ver el como se deslizan a la locura, eso pasó con ese rubio hermoso.- El castaño lo golpeó nuevamente.

HoSeok y SeokJin se acercaron alejando un poco a Jungkook.

-¿A qué te refieres con ello?-Dijo SeokJin, los acertijos eran su adicción.-¿A quien te refieres? ¿Quién está detrás de ti?

LOVE EXISTS - MAFIA «Parte 1»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora