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Corea del Sur
Gangnam, Seúl.
15/Marzo/2020
7:20am


El asfalto tenía una pequeña capa de humedad gracias a la lluvia del día anterior, el pisar de unos tennis se escuchaban por toda la banqueta, el rubio sostenía con la mano derecha la tira de su mochila a su hombro, con el movimiento está se bajaba, en su mano izquierda sujetaba dos libros, uno de Economía y el otro de Sociología. Al llegar a la reja un hombre alto y gordo estaba a punto de cerrarla, todo en ese momento parecía en camara lenta, sin embargo era algo habitual este tipo de faltas, ya que, el rubio siendo uno de los estudiantes problemáticos mantenía un promedio arriba del promedio básico. El guardia viendo acercarse ese chico mantuvo la postura para poder evitar que ese niño idiota pasará.

-¡No la cierre!- El rubio corrió y empujó levemente la reja haciendo que el hombre y el cayeran al suelo, el rubio se levantó inmediatamente a pesar del dolor, cogió sus libros y siguió corriendo dejando al hombre tirado.- ¡Disculpe pero llegó tarde a mi exámen!-Y emprendió su camino subiendo los escalones que dividían la reja con la puerta principal del colegio.

-¡Niño Idiota!- El hombre se levantó lentamente a causa de su avanzada edad, era algo común en gente como el, el cual también sufría de obesidad.- ¡Siempre es lo mismo con ese niño!.... Pero mañana cerraré diez minutos antes.- Exclamó mientras cerraba la reja, ya en el proceso susurraba varios insultos hacia el rubio.

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El rubio corría por los pasillos, la adrenalina estaba a flote por todo su cuerpo, sus pies dolían pero eso no evitaba que quisiera desprenderse de algún reporte o simplemente una falta, ya era bastante haber perdido la primera clase, el día anterior.

Al llegar a la esquina del pasillo principal aceleró su paso ya que el profesor iba entrando, ese encorvado y pelón profesor tomó el pomo de esa puerta y dio un leve brinco para entrar, el rubio sonrió al ver lo estúpido que se veía, pero solo al llegar a la puerta se dio cuenta el porque de ese diminuto brinco. Perdió el equilibrio con ese charco de algo que no logro reconocer, cayo de espaldas provocando un increíblemente ruido, el profesor lo miro con una sonrisa irónica mientras que el muchacho se quejaba del dolor causado.

-Siempre es lo mismo con usted Joven Park.- Todos los días tenía que hacer alguna estupidez que lo dejaba en vergüenza y haciendo que varios profesores lo odiarán por ello, no era su culpa el haber tenido la fortuna de tener tan mala suerte.- Levante ese trasero y entre antes de que me arrepienta y lo deje afuera.

El rubio dejo salir un suspiro y se levantó, tomó sus libros y se dio levemente masajes en la espalda:

¡Mierda hoy es el día de besar el piso! - Pensó.

Al entrar varios de sus compañeros escondían una risa y otros simplemente no lo retenían, tomó asiento en la fila dos. Dejo sus libros y su mochila mientras soltaba un pequeño suspiro. Se tocó ligeramente su espalda, algo mojado y pegajoso estaba en su playera, maldijo ante tal cosa, acercó levemente su mano para oler ese líquido y puso cara de asco al reconocer ese amarillento y desagradable olor.

-Eres tan idiota Park.- Miró de reojo al imbécil de Namoo, quien le encantaba soltar tanta estupidez, de vez en cuando el rubio pensaba que su compañero era un retrasado mental o simplemente era parte de su ser, algo totalmente desagradable.

-Mejor cierra el maldito osico Abeto.- Este lo miro seriamente.- Así te llamas ¿No?

- Señor Park.- Giro a mirar al profesor el cual tenía una mirada desafiante.- ¿Quiere tomar el examen o prefiere salir y besar el piso nuevamente? Recuerde que sigue a prueba de tantas faltas en mi clase.

LOVE EXISTS - MAFIA «Parte 1»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora