4

5.4K 621 15
                                    

Los labios de ese sujeto devoraban salvajemente los rechonchos labios del rubio, era un beso exquisito, la profundidad de su lengua era increíble. La manos del extraño tomaban fuertemente la cintura del rubio, impidiendo algún movimiento de este, se encontraba en una fantasía erótica tan placentera; cuyo plan no entendía del todo, un hombre grande, fuerte y sobre todo malvado lo estaba besando, era algo que realmente lo llenaba de satisfacción y sobre todo vergüenza, era su primer beso, al recordar aquello se llenó de una rabia, la cual se apodero de su cuerpo.
El castaño cayó de rodillas ante el dolor en su entrepierna, es cuando el rubio logro patearlo nuevamente, pero ahora en su cara. Intento abrir la puerta pero no logro hacerlo, su corazón estaba frenético, miró la ventana abierta y no dudo en acercarse a ella, la abrió y se alejo levemente al ver la altura, se giro para notar el como seguía ese sujeto aún tirado quejándose por las dos buenas y justas patadas.
Eso se merecía por tal atrevimiento, aunque en su momento lo había disfrutado, se había dejado llevar por las fantasías que creaba en su cabeza, esa persona que acabaría disfrutando cada centímetro de su piel, se lo había robado principalmente ese desconocido el cual seguía en el piso quejándose.

La puerta se abrió de golpe dejando ver a un hombre robusto y alto, el rubio miró nuevamente la ventana y con miedo se subió, sabía que era una completa locura, pero no encontraba otra escapatoria que está ventana, su miedo lo hacía estremecer, estaba temblando con solo imaginar lo que podrían hacerle si no tomaba una rápida desición.

-¡Atrapenlo!- Esa voz se escuchó mientras el maniobraba para bajar de ese segundo piso, se soltó antes de tiempo provocando una caída verdaderamente dolorosa, su cabeza sintió un leve mareo pero aún así con todas su fuerzas recobro el sentido para levantarse.- ¡Que no escape!

Corrió sin voltear, al llegar a la reja se detuvo para tomar una respiración profunda, estaba calado del miedo hasta los huesos, dio unos pasos adelante pero se detuvo al escuchar su nombre, suspiro con los ojos llorosos, esto era una completa estupidez y más sobre esa voz tan preciada para el, se giro para mirar a ese bastardo.

-¡Jimin Hyung!- Las lágrimas brotaron de los pequeños y hermosos ojos de su amigo, el rubio no pudo evitar sentir rabia y a la vez una gran nostalgia por lo que se había atrevido Seung.- ¡Si te vas me matarán!

Esas palabras fueron lo último que escucho de su mejor amigo, se giro para nuevamente emprender camino, no se detuvo, corrió hasta que sus pies le pedían a gritos parar, y así lo hizo. Ya en el barrio de Gangnam se dejó caer en la banqueta, no aguantaba los pies, respiro profundamente hasta que su corazón dejo de sentirse agitado. Se quitó la chamarra y se limpio la cara y parte del cuello, estaba sudoroso, se recargo en la pared y los sollozos salieron de su boca, se sentía profundamente herido. ¿Que pretendía Seung? ¿Por qué hizo esto?
Definitivamente su corazón estaba roto, no le cabía en la cabeza las razones por la cuales Seung había hecho tal estupidez, en sus pensamientos tampoco salía ese beso tan desafortunado aunque también estuvo lleno de placer y gloria.

Se levanto, camino lentamente ya que estaba demasiado agotado y destrozado, así llegó a esa reja de la Universidad, lloro profundamente al mirar a ese anciano gordo dando sus rondines, llevaba una pequeña lámpara iluminando el camino, aún así el rubio soltó una pequeña risa de satisfacción ya que estando en su presencia se daba cuenta que estaba a salvo, o eso pensaba el.
Cuando el anciano lo miro se acercó enseguida con la cara de preocupación para auxiliarlo, abrió rápidamente la reja y salió para ayudarlo a caminar ya que el cuerpo cansado de Jimin se restregaba a la pared, al estar dentro lo ayudo a recargarse en la misma reja para que el anciano cerrará bien. Lo metió al pequeño cuarto de vigilancia y el rubio cayó al piso desmayado, el Guardia cerro con llave y puso en alerta las cámaras, vigilo por un buen rato, suspiro al notar el ruido de varias motos las cuales pasaron lentamente por la carretera, aceleraban ocasionando un escalofríos sin igual.. En la avenida principal una camioneta negra muy conocida para el, la misma que recogía a Seung aparecía, apagó la luz del cuarto y miró atentamente la cámara, el rubio se encontraba tirado en el piso mientras recobraba el sentido.

LOVE EXISTS - MAFIA «Parte 1»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora