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Un mes después
Rusia, Perm.
Mansión Jeon.


Jimin sentía muy abrumador los cuidados de su madre, a Jeon no se le había permitido entrar solo a ver a Jimin. Su recuperación era lenta, el doctor Mok había mencionado permanecer en el hospital al menos un mes para radiografías y análisis para el buen funcionamiento del hígado, cosas que el el rubio negó inmediatamente al recuperar la consciencia, solo pudo estar dos semanas metido en ese hospital cosa que Jungkook tuvo que esterilizar la habitación donde dormía junto a Jimin para evitar cualquier bacteria. Mok acepto y firmo la alta con la seguridad de que entre ese clan, todos eran médicos.

El rubio solo reía al ver sus expresiones de molestia de Jungkook a los insultos de su madre, la cual no se despegaba de Jimin. No aceptaba muchas cosas respecto al mayor, solo salía cuando hacian curación en estado esterilizado. Ella ayudaba al baño de Jimin y a todo lo requerido de su aseo personal.

-¿Estás seguro que no quieres volver a casa?- El rubio suspiro al escuchar nuevamente a su madre, era un tema que no estaba en discusión, desgraciadamente no podía alejarse, todavia.- Estarás mejor alla, junto a nosotros. Este hombre solo te ha traído desgracias, estabas sano y mira lo que ha provocado.

-Desgraciadamente el es mi Alfa y planeo vivir más años.- Su madre asintió.- ¿Te han mencionado algo sobre Olga?

-¿Fue la responsable?- el rubio asintió.- Ojalá Jungkook la haya hecho sufrir antes de matarla, se merece toda tortura que esos hombres pueden provocar en sus víctimas.

-¡Mamá!- El comentario le sorprendió al rubio.- ¡¿Que te paso?!

-¿Que?- una sonrisa apareció en los labios de su madre - Eres mi único hijo y casi pierdes la vida. Esa mujer tiene bien merecido todo el peso de Jungkook, falla epatica, ¿Puedes creerlo? Tanta mentira dentro de ese hombre, pero en este mundo es normal.

-Hablas muy liberal sobre el...-Jimin sonrió ante las palabras de su madre.

- Tuvimos una conversación extensa sobre ti.-Acaricio el cabello rubio de su hijo.- No se la hagas tan fácil, que sufra el desgraciado.

-¿Papá que piensa al respecto?- Suspiro al mirar la cara molesta de su madre.- ¿Que pasa?

-Tu padre está de acuerdo en que te quedes al lado de Jungkook, pero tiene la idea de que se regresen a Corea. Dónde podamos verte más seguido y podamos estar al pendiente de tus citas medicas.- El rubio asintió.- Espero puedas convencer a Jungkook de regresar.

No era mala idea, simplemente no sabía cómo reaccionaría el mayor.

Esa misma noche sus padres tuvieron que regresar a Corea, su madre lloro y se negaba a soltarlo. Pero no podía permanecer tanto tiempo en Rusia, lugar en el que no pertenecían.

-Te amo hijo, por favor comunícate loas seguido que puedas.- su madre acariciaba su cabello rubio.- Cualquier cosa que te haga ese infeliz no dudes en decirme, lo asesinare con mis propias manos.

Jungkook quien se encontraba detrás escuchaba todo con una cara de molestia, pero comprendía el pensar de la Señora Park.

Dejo a su hijo y se giro para mirar al castaño.

-No lastimes más a mi hijo, quedas advertido Jeon Jungkook. Ya hiciste lo suficiente con tus estupideces, respetalo y amalo, es lo que se merece mi hijo al haber venido aqui a la fuerza.

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El rubio acostado en esa cama tomó su celular el cual había sido entregado por su padre con autorizacion de Jungkook el cual hacia todo lo que sus padres ordenaban. Miró sus redes sociales y en todos lados estaba su foto, tenía demasiada información del rubio impregnada en internet. Su estatura, su tono de piel, origen, señas particulares, edad y sobre todo el lugar donde se había desaparecido.
En Corea del Sur, Japón, China y varios países cerca se encontraba todo aquello. Sonrió porque ahora sus padres podrían estar tranquilos al saber de él, gracias al celular ahora podrían comunicarse sin problema.

LOVE EXISTS - MAFIA «Parte 1»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora