Capítulo 11

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Lo que estaba decidido.

Taddeo observa a Cliff a los ojos, Danny a su lado ve lo que un día él vio en sus ojos. Curiosidad.

— ¿Qué tiene que ver el de ojos azules con todo lo que dices?

—Aún no se sabe de qué manera correcta pueden ser usados los ojos de esa criatura, Taddeo, pero sí conocemos varias maneras que, aunque necesiten sacrificios, pueden ocasionar perturbaciones en la naturaleza, con lo que un vidente como tú puede cambiar la realidad, deformarla, destruirla y rehacerla a su voluntad.

—No lo escuches Taddeo.

Taddeo llevó por un momento su mirada a su padre.

—También si abandonas tu destino o lo cambias, si asesinas a un Alpha justo cuando tome el poder, aunque también puedes arrebatarle la vida a un varón primogénito no nacido de un Alpha que esté en su séptimo mes de formación durante una luna creciente—Cliff continuó sonriendo—puedes elegir la manera que más se adapte a tu estilo.

Danny apretó sus puños y sus ojos se encendieron en un pálido azul con zonas grises.

—Tú abandonaste a los destinos que tenías, ¿por qué no fuiste llevado allí?

Danny desvió su mirada de Cliff y la llevo a su hijo. Bajó la mirada recordando lo que sucedió aquel día.

—Estuve en ese lugar, pero no estuvo solo. La diosa lunar acompañó la tortura a la que fui sometido—respondió Danny—ella decidió que en lugar de estar allí condenado sería más útil como gobernante de Zúniram y me designo como Alpha de esas tierras.

— ¿Diosa lunar?

—Es una de las fuerzas superiores que rigen la naturaleza, en su caso rige la naturaleza de algunos seres como los que cambian de forma, vampiros, videntes y otras criaturas. Es la diosa de la luna, el gigante satélite que ves en las noches—Taddeo negó mientras observa al vidente—y también protege el tiempo, después de todo los videntes fueron una creación de ella

—Aunque no fue casualidad que ella te enviara a Zúniram, ¿no es así vidente?—Cliff intervino mientras se acercaba al lago.

Taddeo nuevamente llevo su mirada a su padre que miraba a Cliff con una mirada de recelo.

—En el tiempo que llevo encerrado he podido analizar las decisiones que tome y aunque he intentado ver qué opciones tenía, desde que mamá decidió ser bruja y loba, mi destino había sido sellado—respondió Danny—todas las decisiones tomadas o ignoradas me iban a traer al mismo lugar. No tenía opciones. Pensé que lo que decidía era..., pensé que estaba haciendo lo correcto.

Danny no pudo contener el llanto. Taddeo nunca se imaginó que vería al vidente derramar lágrimas, llanto cargado de frustración.

—Nunca fuiste tú—continuó Taddeo—todo lo que paso tenía que pasar para enmendar el daño que se había hecho generaciones anteriores a la tuya.

—Mery, las manadas de aquel entonces y los conflictos que se crearon llevaron a que se cometieran muchas atrocidades—continuó Cliff—, pero cuando tu abuela se hizo con dos naturalezas se tuvieron que tomar medidas. La diosa lunar, el padre de la noche, la madre que todo lo decide y el hijo de la vida tuvieron que actuar

—Fui la moneda con la que se pagó el pan—intervino el vidente limpiando sus mejillas—aunque casi me salgo de sus planes al entregar mis dos destinos, la diosa nuevamente me posicionó en donde se supone debía estar, como gobernante de unas tierras que luego se convertirían en una hermosa comunidad y con ello se restauraría parte del orden.

—Sin embargo, aquí estamos nuevamente, tomando decisiones por nuestra cuenta—Cliff se acercó a Taddeo y Danny—. El último punto que seguiste de acuerdo con lo que está dicho fue en el parque con Lucas. Desde allí y hasta ahora, todo esto ha sido decidido por nosotros—el hombre alzo sus manos y las bajo hasta que quedaron extendidas frente a él señalando a Taddeo—y tú puedes cambiarlo todo, tan solo tienes que decidirlo.

El de ojos Azules © #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora