Lo que nunca debió ser
Su visión era borrosa, sus pestañas evitaban que la sangre terminara de entrar en sus ojos cuando escurría desde su cabeza junto al sudor que perlaba la frente. Hacía un buen rato que su respiración había perdido el ritmo; se sentía sofocado, la sangre que le escurría por la espalda, producto de la profunda herida que había dejado una pesadilla, empezaba a arder.
«Malditas criaturas», pensó mientras partía lo que parecía el cráneo de una. Bastó un poco de presión para que se hiciera polvo. «¿Cuántas más tengo que enfrentar?».
Sus brazos estaban llenos de rasguños, unos habían hecho más daño que otros. Quien lo viera en ese momento podría decir que estaba en las puertas de la muerte, besando la comisura de la otra vida, pero como la criatura inmortal que era, todavía le quedaba camino.
— nāk —pronunció Danny en lengua nativa, tras él se elevó uno de los berserkers. Uno solo acudió a orden—. No quiero que ninguna sola pesadilla o demonio tenga oportunidad de acercarse a la gran casa, aizstāv —escuchó el gruñido proveniente del guerrero. Quiso adentrarse en el bosque, pero tras dar el primer paso cayó arrodillado sobre el césped—. Solo un poco más, tengo que resistir un poco más. Subito Epiphania —su cuerpo curó las heridas profundas, y si bien seguiría sangrando, ya no lo haría como antes.
«Aún tienes mucho que hacer, vidente», fue el pensamiento con el que se colocó en pie. Mientras corría hacia el bosque, tras la gran casa, giró para ver la punta del gran edificio; su encantamiento seguía intacto. Eso le dio algo de tranquilidad.
Enfrentó a cinco pesadillas, eso quedaría para las historias que se cuenten de aquel día. Esas criaturas que antes habían sido hombres, presos del olvido, que fueron consumidos por la demencia y le permitieron a la oscuridad abrirse paso por lo que antes era su alma. Si alguien, por algún motivo, intentará escapar, o si tan solo logrará evadir su condena saliendo de su celda, serían esas cosas las que lo estarían esperando, apenas cruzará la puerta del calabozo. Su veneno es un compuesto mágico que evita que a quien ataquen pueda curarse a sí mismo, aun contando con capacidades sobrenaturales, no permite que las heridas cierren por completo. Ni el brujo más poderoso podría sanar una herida profunda que haya sido provocada por esas criaturas. Su víctima moriría, tarde o temprano, tras desangrarse. En eso está su letalidad, su veneno.
Una de ellas se cruzó con el vidente. Danny ya no tenía la misma velocidad de antes, y su muy malherido cuerpo no pudo evadir el ataque que recibió de frente. Pudo sentir las garras haciendo paso por su abdomen, intentando alcanzar más allá de su piel. Lo único que conseguiría sería dejarle una marca. Usó la mano derecha para tomar por la cabeza a la criatura y con la mano libre, tomando el cuello de la pesadilla, separó la cabeza del cuerpo.
— bezdibenī —un libro se formó sobre el cuerpo inerte de la pesadilla y lo absorbió entre sus páginas; al cuerpo le siguió la cabeza. No quedó ningún rastro de la criatura.
En el bosque la masacre había dejado marcas en cada árbol; había cuerpos de sus hombres dispersos entre los troncos y las raíces, unos completos y otros hechos pedazos. Sus muertes pesarían al final de ese día y, por una parte, había algo de tranquilidad acompañando sus penas. Esos hombres se habían sacrificado por el futuro de la manda, tenían en claro que morirían, pero no se imaginaron que sería de aquella manera.
Más pesadillas venían en camino, dos de ellas saltaban entre los árboles acercándose de frente. Por su espalda se escabullían tres más y había una más, pero no sabía con presión dónde estaba escondida.
— ¿Cuántas más como ustedes tendré que enfrentar? —dijo, haciendo que una de las pesadillas que se lanzó desde los árboles cayera de lleno sobre el suelo cubierto de hojas y ahora un poco de la sangre de la criatura. Estaba siendo aplastada a la vista del vidente, que mantenía una mueca de asco. Una más se levantó desde la espalda, con ambos pares de garras desplegados para asestar un golpe final. Las raíces de los árboles la envolvieron, separando sus extremidades y con ello sus chillidos hicieron remembrar el aire—. Sentir asco por ustedes es decir poco.
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El de ojos Azules © #PGP2024
Fantasia•|Libro 2 - Videns|• »Porque no todo azul reflejó el océano, hubo alguna vez uno que reflejo el ojo de la muerte» Ser padre nunca es fácil; no existe un manual que te indique paso a paso qué hacer con un pequeño que solo llora a cada media hora y pi...