El día que cambio él
Estaba desayunando, tostadas con mermelada, un trozo de queso y un expreso que le habían preparado. Meditada sobre lo que la madre le mostró. La advertencia de la madre seguía presente, las posibles represalias que sucederían si desafiaba a las leyes de la naturaleza y el tiempo que se acortaba para el día que tendría que decidir.
Su padre había estado un poco alejado debido a la visita de Danny, el consejo estaba reunido con la gran mesa de Price, Maximiliano no había dado aun señales que seguir. Era un vidente, uno poderoso, por lo que rastrearlo era casi imposible.
—Primogénito—Lasha estaba en la entrada del comedor. Él llevó su mirada y sonrió.
—Lasha—dijo— ¿noticias?
—Me temo que no son buenas—dijo la bruja. Él se levantó de la mesa dejando su desayuno a medio acabar. Y se acercó a la bruja—nuestra manada hermana fue atacada por demonios, los pueblos de las costas fueron desplazados por renegados que creemos, están aliados con quien lidera a los demonios.
— ¿Papá ya emprendió camino?
Lasha asintió.
—El Alpha se reunirá con las manadas hermanas para hacer un plan ofensivo—continuó la bruja—no quiere involucrar a Lightmoon y tampoco quiere que se extiendan a más pueblos aledaños. El Alpha desea que permanezcan en la gran casa para su protección y tu protección.
—Entiendo, Lasha—respondió Taddeo—sin embargo, me temo que no podre estar aquí todo el tiempo, parte de mi entrenamiento debe de hacerse en los bosques, por lo que estaré afuera.
Lasha frunció los labios, luego de eso tomó una profunda respiración.
—Taddeo—dijo la bruja—ten cuidado con lo que sé que vayas a hacer, de acuerdo. Recuerda que aun estas bajo mi vigilancia y la de Ezequiel.
El joven asintió, paso por junto a la bruja y se dirigió a su cuarto. Cambio su ropa, se puso algo más cómodo y salió hacia los bosques.
Sus entrenamientos estaban dando buenos frutos, su agilidad era cada vez mayor a la de su padre en ambas formas, humana y lobezna. Sus sentidos había conseguido mejorarlos haciendo uso de su habilidad de videncia para extender su rango de percepción. Era capaz no solo de olfatear a un animal, persona o entidad, sino también de sentirlas, visualizarlos y ver cómo eran sin siquiera tenerlos en su campo de visión. Esta visión se extendía a casi trescientos metros a su alrededor. Ahora intentaba mantener esa visión siempre activa, como si fuera un sentido más.
Ver. Sientes más allá.
También estaba siendo alcanzado por las voces de sus ancestros, el pasado empezaba a mostrarle los caminos que podía seguir, le advertían de los peligros que asechaban.
Ellos están viendo. Nadie debe ver.
Él estaba siendo vigilado, debía tener cuidado si quería hacer que su plan funcionara.
Tienes que ir. Debes ir.
Cuando su cuerpo entro en calor luego de un largo trote y un riguroso estiramiento, cambio su forma. Sacudió su cuerpo, cerro sus ojos y siendo consciente de su cuerpo empezó a correr percibiendo cada objeto a su alrededor sin tener que abrir los ojos. Su cuerpo le pedía seguir, el viento que sentía contra el hocico le generaba un picor que disfrutaba. Sentía sus patas, sentía la tierra bajo sus pies y el aire, tenía muchas notas aromáticas, misma que logro clasificar con rapidez, ya no le tomaba tanto tiempo reconocer los aromas.
ESTÁS LEYENDO
El de ojos Azules © #PGP2024
Fantasia•|Libro 2 - Videns|• »Porque no todo azul reflejó el océano, hubo alguna vez uno que reflejo el ojo de la muerte» Ser padre nunca es fácil; no existe un manual que te indique paso a paso qué hacer con un pequeño que solo llora a cada media hora y pi...