LucasLa clase fue bastante interesante. Llegué justo a tiempo para escuchar las instrucciones del profesor, pero, como suele suceder en el segundo año de estudios, la mayoría del contenido fue aburrido, solo lo más básico para preparar el terreno para este segundo año.
Después de despedirme de Liam, busqué a Emma en la salida. Caminé por todo el patio, donde el sol brillaba con intensidad y los árboles danzaban suavemente con la brisa. La vi sentada en uno de los bancos, acompañada de su mejor amiga.
No pude evitar admirar lo hermosa que estaba. Llevaba un vestido blanco con tirantes que le quedaba perfectamente, justo por encima de las rodillas, y su cabello liso caía elegantemente sobre sus hombros, realzando su belleza natural.
Me acerqué a ella mientras nuestros ojos se encontraban, creando un instante mágico que parecía detener el tiempo. Jess se levantó del banco y nos miró con una risita juguetona
—Bueno, yo ya me voy. Nos vemos después— se despidió de Emma y le susurró algo al oído que hizo que Emma negara con la cabeza. —Hasta luego, Lucas —me dijo antes de marcharse.
—Hasta luego —respondí mientras me sentaba en el banco junto a Emma. Noté que jugaba nerviosamente con sus dedos, algo que me recordó al día en la biblioteca.
La observé detenidamente mientras ella esperaba una disculpa que aún no sabía cómo ofrecer.
—No sé por dónde empezar... lo siento mucho, fui un completo idiota —le dije mirándola directamente a los ojos. Ella mantenía su mirada perdida en otro lugar, pero cuando le hablé, su atención se centró en mí sin ninguna expresión aparente.
—¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué me besaste y por qué le dijiste eso a Jason? ¿Qué hacías hablando de mí con él? —sus preguntas me dejaron sin palabras.
—Está bien... te lo explicaré —dije mientras un silencio incómodo se instalaba entre nosotros. No sabía cómo comenzar esta conversación tan complicada.
—Primero quiero disculparme contigo— continué mirándola. Su respuesta fue una sonrisa inesperada que me dejó sorprendido; tardé un momento en seguir hablando—.Jason y yo tenemos una historia larga de la que no estoy orgulloso. Él me dijo que estaba interesado en ti y eso no me gustó; lo conozco bien y sé que es un imbécil. No quiero que se acerque a ti, así que le dije que eras mía... pensé que así te dejaría tranquila. Aunque ahora no sé si eso le dará más ganas de buscarte —ella me miró confundida, tratando de procesar mis palabras.
—¿Por qué se iría tras mí? —
preguntó aún más confundida.—Porque él quiere todo lo que yo tengo; es un problema personal conmigo…—respondí mirándola con sinceridad.
—Pero no tiene sentido; tú y yo no somos nada. Yo no soy tuya —dijo Emma con una expresión confusa.
—Pero para él sí lo eres; eso fue lo que le hice entender —admití avergonzado por la situación.
—Oh, de acuerdo —aceptó ella tras un breve silencio—, ¿Por qué me besaste? —inquirió con curiosidad.
—No sé... fue un impulso —respondí, diciendo lo primero que se me ocurrió; era la verdad, una decisión tomada sin pensar demasiado. Vi su rostro calmado y eso me dio un poco de paz.
—¿Me besaste por un impulso? —preguntó confundida; parecía decepcionada.
—No es fácil decirte esto; la verdad es que me siento avergonzado por lo ocurrido —dije bajando la mirada con vergüenza —Isabella y yo somos amigos desde la infancia, pero hice cosas que la ilusionaron de alguna manera. La chica por la que te besé fue ella; realmente quería explicarte esto —frunció el ceño ante mis palabras.
ESTÁS LEYENDO
Vidas entrelazadas
Teen FictionPara Emma comenzar su vida como universitaria supone enfrentarse a los consejos negativos de su madre sobre el amor y a perseguir sus sueños Lucas ha vivido toda su vida bajo las decisiones de sus padres, y encontrarse a sí mismo es tan difícil que...