Vidas entrelazadas

Capítulo 29

3 semanas más tarde

Últimamente he sentido un equilibrio en mi proceso, ir cada semana a terapia con Lucas ha sido algo que no se ha convertido forzoso sino algo más bien que espero.  La paz que me deja cada consulto es algo que nunca habría imaginado posible y menos después de tanto tiempo esperando al menos un progreso que me hiciera sentir algo mejor.

La doctora Larissa me ha ayudado mucho a saber cómo conocerme a fondo, al principio iniciamos las consultas conociendo más la una de la otra, me contó que tiene una hija de 5 años y es casada con un abogado de deporte, su vida se ha mantenido estable desde que se casó con su esposo hace 10 años y su hija ha sido su mayor tesoro.

Hablar con ella me resulta cómodo las conversaciones fluyen libremente sin ser forzadas o por obligación y poco a poco fue surgiendo el tema principal, mi caso: Ataques de pánico y ansiedad post-traumático.

Me lo diagnosticaron cuando tenía 6 años, desde entonces mis consultas se han resumido a lo mismo, pero con Larissa me he conocido más a fondo me ha llevado aceptar que mi proceso es parte de mí, que no debo verlos como demonios internos, sino como garras de las que me desprendere poco a poco, que sentir miedo está bien, llorar es necesario y que no todo el mundo es bueno pero tampoco es malo.

No podemos vivir toda una vida en una jaula, tenemos que salir y conocer el mundo, comprobar por nosotros mismos quién es realmente malo y realmente bueno, saber cuándo confiar y cuando no, sentir, caerse pero vivir tu propia vida sin dejar de nadie la controle.

La verdad es que mi madre me ha mantenido en esa jaula desde que era una niña, no la culpo, tener a una hija con ataques de pánico continuos y miedo a socializar no ha sido nada fácil y más culpandose por lo sucedido...

Pero retener a una persona en una burbuja no está bien, solo lo lleva a la oscuridad, la persona debe aceptar su condición y luchar por salir de ella, no todo está bien y decirlo es un error, no todo está bien y si sigues en esa burbuja no lo estará nunca, cuando sales de ella, te enfrentas al mundo y a la oscuridad es cuando realmente estará bien.

Conocerse es difícil, lo sé por experiencia propia y por todo lo que he visto también en Lucas, conocerse es algo muy complejo y que puede tomar incluso toda la vida, pero no podemos parar y esperar a que un milagro ocurra, debemos continuar y con cada paso intentar conocernos, sino sucede, no tenemos nada que lamentar, es mejor no conocerse y aceptarse que conocerse y vivir toda la vida sin aceptar quien eres.

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Bajo las escaleras de casa de dos en dos y veo a mi madre sentada en el sofá de casa mirando algo en su cell.

—Buenas tardes mamá —me acerco a ella y beso su mejilla con amor.

—Buenas tardes cielo —me da un beso en la frente y me mira con asombro notando mi vestido floreado. —Vaya, que hermosa estás, ¿Saldrás con Jess?

—Si, hoy es el campeonato de Lucas

—Cierto, Lucas juega en campeonatos, hablando de el hija... Estoy feliz de su amistad se ve un chico muy bueno.

Sonrió ante la confirmación de mi madre, se que le cuesta mucho confiar en que un hombre este cerca de mi, pero que acepte a Lucas es un gran paso.

—Si mamá, es un gran chico y me ha ayudado mucho en cuanto a las terapias

—Me llena de orgullo que estés yendo y que te esté yendo bien... Lo necesitabas mucho cariño

La abrazo fuerte —Lo se mamá... Yo también me siento feliz, y como que... Más renovada por así decir, pero necesito pedirte algo mamá.