Capítulo 18

70 17 24
                                    

—Estubimos hablando y entre una cosa y otra me pidió que fuese su amiga —me propongo a contarles antes de que me coman viva

—¿Qué le contestaste? —pregunta Jess, con los ojos brillando de curiosidad.

—Al principio me lo pensé mucho. Pensé que quizás era una manera de ligar conmigo, pero después acepté.

—Uyyyyyy, ¡yupiiiiiiiiiiiii! —chillan las dos al unísono, llenando el aire con su entusiasmo contagioso.

—Ayyy, qué emoción, por fin han avanzado un poco. Aunque esperaba que te pidiera que te casaras con él —dice Ava, mientras me lanza una mirada cómplice.

La fulmino con la mirada, pero no puedo evitar sonreír.

—¿Qué? Es la verdad —se defiende, alzando las manos en señal de inocencia.

—Hiciste bien —mi mejor amiga me dedica una sonrisa sincera. Con su gesto entendí que después íbamos a hablar más sobre esto.

—¿Y qué pasará cuando la señorita rubia estirada se entere? —vuelve a decir Jess, obvio que se refiere a Isabella.

—La verdad no me interesa; eso no es asunto suyo —le respondo con toda sinceridad, sintiendo cómo la confianza crece en mi pecho.

—Así se habla —Ava choca mi mano con la suya en señal de apoyo.

—Ven acá, Ava. ¿Cómo soportaste a esa creída tanto tiempo siendo mejor amiga de tu hermana?

Ella suspira, su rostro reflejando un leve disgusto.

—La verdad no fue mucho tiempo. Llegamos hace un par de meses; ellas se conocieron y se hicieron mejores amigas de la nada. Ella muy pocas veces viene a casa. Casi siempre salen y se encuentran por ahí. Cuando ella viene a casa, yo me voy; no la soporto. Es una niña mimada de papá y odio oírla hablar mal de todo el mundo. Ella y mi hermana son iguales —nos dice con evidente desdén en su tono.

—Me imagino que debe ser horrible —le digo, tratando de imaginarme lo incómodo que debe ser para ella.

De repente, el teléfono de Ava suena, indicando que tiene una notificación. Ella lo mira y luego vuelve su mirada hacia nosotras.

—Chicas, lo siento. Mi mamá me necesita en casa; tengo que irme —nos dice con tristeza en sus ojos.

—Vale, cariño, no te preocupes —le dedico una sonrisa cálida mientras ella se despide de mí y luego se gira hacia Jess.

—Hasta luego, cielo. Llámanos cuando llegues —le dice Jess mientras Ava desaparece de nuestra vista.

—Emma...

—Jess...

Las dos comenzamos a hablar al mismo tiempo.

—Tú primero —me dice ella con una sonrisa amable.

—Verás, sé que Liam te gusta y es cierto que tienes que avanzar con él, pero recuerda proteger tu corazón, por favor —le digo mirándola fijamente. No soportaría volver a ver a Jess como hace unos años; eso sería devastador.

—Tranquila, aprendí mi lección y te prometo que no pasará nada, ya lo verás —sus palabras resonaron con una sinceridad que casi podía tocarse. Tenía que hacer lo posible por creerle y dejarla ir.

—Emma... —tomé aire, sintiendo cómo el nudo en mi estómago se intensificaba—. ¿Estás bien con eso de tener una amistad con Lucas? ¿Por qué tuviste ese ataque de pánico? Me preocupé mucho por ti.

—Prefiero no hablar del ataque de pánico. Y sí, estoy bien con lo de ser amiga de Lucas... Digo... tengo que intentarlo... ya sabes, confiar en alguien... y quizás tener una amistad con un chico. No sé si con Lucas funcionará, pero al menos queda el intento.

Vidas entrelazadas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora