Capítulo 39

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Emma

Me remuevo en mi cama, tapándome los oídos sin saber muy bien por qué. Las sábanas me abrazan con suavidad, como si quisieran protegerme del mundo exterior. Sin embargo, el sonido es más fuerte que yo...

Con un esfuerzo, abro los ojos lentamente, tratando de despejar el ensueño que me envuelve. A medida que la realidad se va filtrando, distingo lo que me ha despertado.

—¡Feliz cumpleaños a tiiii! —cantan mi madre, Jess y... Oh Dios, ¡Lucas!

Una sonrisa intensa se dibuja en mi rostro, acompañada de un ligero nerviosismo por la presencia de Lucas. Nunca me había visto recién despertada. Mi madre se acerca a mí con un hermoso vestido color miel que resplandece bajo la luz del sol que entra por la ventana. Me abraza con fuerza y besa mi frente con ternura.

—Feliz cumpleaños, cariño. Cada vez te creces más —sonríe con los ojos brillantes de emoción—. Estoy muy orgullosa de ti.

La abrazo fuertemente, sintiendo cómo la calidez de su amor me envuelve. En ese momento, siento que la cama se hunde ligeramente bajo una nueva presión: es Jess.

—¡Feliz cumpleaños, Emmiiii! Tengo tantos planes para ti: ¡tengo que maquillarte, peinarte, vestirte! ¡Tengo que...!

—Jesssss —la corto riendo mientras la abrazo con cariño. Ella me devuelve el abrazo con entusiasmo desbordante.

Siento los pasos de Lucas acercándose y me sonrojo un poco al pensar en lo horrible que debo lucir recién despertada.

—¡Tienes prohibido acercarte a la cumpleañera! —exclama Jess, colocándose delante de mí como una guardiana protectora. Mi madre no puede contener la risa al ver esta divertida situación.

—Cielo, deja al chico felicitar a Emma —dice ella con una sonrisa maternal.

Con un resoplido de resignación, Jess se aparta y Lucas se acerca a mí. Lleva puestos unos pantalones rojos y una camisa blanca que le sientan de maravilla.

—Feliz cumpleaños, amor —dice él antes de inclinarse y besar mis labios con ternura. Mis nervios siguen ahí, pero le correspondo el abrazo sintiendo cómo el calor de su presencia me tranquiliza.

—¡Buenooo! Se acabaron las felicitaciones y emociones; todos afuera. Me quedaré aquí con la cumpleañera y la prepararé para el gran día —anuncia Jess con una sonrisa cómplice.

Mi madre sonríe con calidez mientras Lucas la acompaña hacia la salida. Antes de irse, se detiene un momento, me mira por última vez y me guiña un ojo, provocando que mi corazón dé un vuelco de alegría. Cada año celebro mi cumpleaños con mi madre, Jess y sus padres, pero este año es especial porque Lucas está en mi vida, y me siento verdaderamente feliz. Nunca imaginé que se acordaría de mi cumpleaños.

Cuando era niña, apenas quería celebrar este día; sin embargo, mi madre siempre encontraba la manera de sacarme sonrisas y preparar cosas lindas. Sin duda, esas tradiciones no han quedado atrás; al contrario, han crecido y se han intensificado con cada año que pasa.

Jess me observa con una sonrisa radiante en su rostro. Lleva puestos unos pantalones negros ajustados y una blusa corta de tirantes que le sientan de maravilla, haciendo que su energía brille aún más.

—¡Vamos! Levántate, sabes que esto nos tomará tiempo —me dice, animándome a salir de la cama. Sin siquiera mirar la hora, me doy cuenta de que son las 8 de la mañana.

—Me niego a cualquier cosa... —empiezo a protestar, pero ella me interrumpe.

—¡Deja esas excusas! Hoy es tu día; cumples 19 años y debes lucirte. Así que cállate. Ava debe estar llegando ya; más le vale apresurarse, porque será quien te maquille.

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