77. Prólogo

10.9K 505 95
                                    


XDER

Un tiempo después...

Es mía

Miro desde donde estoy apoyado, el marco de la puerta de la habitación blanca que se ha destinado como la habitación de clínica como mi pequeña esposa con los ojos rojos y diciéndome millones de maldiciones por su linda boca; es aterrador cuando ella durante su embarazo ha sido tan apasionada y amorosa, en el momento que comenzaron sus dolores de parto pase de ser mi amor a maldito no me tocará más.

— Alfa — me habla la partera desde la cama mientras yo estoy con los brazos cruzados pegado a la puerta. — creo que esta muy nerviosa, será mejor que espere afuera.

Miro a Audie quien lleva 5 horas en trabajo de parto, cabello alborotado, sudada y con LA cara hinchada.

—No...no... él se queda — dice entre jadeos — quiero que veas lo que me hiciste.

Yo suspiro y asiento, no soy un gran alfa y poderoso en mi especie para que la amenaza de mi mujer me haga correr.

— Solo haga su trabajo — digo con calma, aunque estoy nervioso.

Las cosas no han mejorados desde que descubrimos a los traidores, cada día hay más noticias y estoy cuidando a mi descendencia, ni hijo o hija, al nacer no estarán en manos desconocidas, debo cuidar que nazca bien y velar que sigan así, Audie lo sabe, no puedo esconderle nada cuando esto por el bien de nuestra familia y nuestra manada. Cuidarlos es lo que hacemos, y aunque en estas últimas horas ella me insulte y diga que me odia, sabe que no dejaré está habitación hasta ver salir a mi hijo o hija de su vientre.

Audie grita y las parteras le aminan porque está apunto de terminar su agonía, está cansada y lo siento tanto como ella, no me acerca a la cama porque me ha demostrado que es impulsiva y algo loca cuando se trata de nuestro bebé, tanto así, que me ha prohibido traer un equipo especializado para monitorear y saber al final su sexo; asegura que me volveré un macho alfa estúpido si resultará que es una niña, pero yo solo quiero tenerlo en mis brazos y protegerlo con mi vida, sea niño o niña no es lo que me preocupa, aunque con nuestra leyes actuales si debería de angustiarme, pero ese camino ya lo estoy acomodando para nuestro futuro y los de nuestros niños.

Hace más de un mes nació Paul, el hijo de Marine y Oscar, todos en la casa estaban como locos cuando se enteraron de que ellos esperaban un varón. Sería el primer niño en la manada y eso le da a mis amigos una gran ventaja, su hijo tendrá un gran lugar en nuestra familia por ser su primogénito y ser el primer varón nacido en ella.

Pero el mío, es una historia distinta.

No sé lo que es el miedo, pero no quiero imaginar a alguno de mis hijos en manos desconocida y con mala intenciones. Mi lucha por el mal no acaba, la avaricia y el poder es algo que crece como espuma entre los lobos. Se supone que Audie y yo empezamos el cambio, sin embargo, cuidarlo y alejarlo de las manos del mal es mi prioridad.

Escucho los jadeos de mi Audie y se que está demasiado cansada, pero los latidos del corazón me dicen que ya esta acabando.

Escuché de repente algo así como un gruñido y me paralizó.

La cara agotada de mi mujer me mira y brillan.

Ya soy padre.

— ¡Oh! — escucho a una de la ayudantes y se aparto de mi posición y caminó con cuidado

— Toma esto — la escuchó con sumo cuidado mientras más me cerco.

Una tos y un llanto me hace brincar el corazón.

SOY SUYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora