Harry estaba destrozado, al igual que la familia Scott, su hermanita, su princesa, su otra mitad, desde que nació.
La primera vez que la miró a los ojos, esos ojos tan grandes, saltones y alegres color café claro, se prometió a cuidarla, ah llenarla de sonrisas y golpearía a cualquier idiota que quisiera dañar a su hermanita...una vez más se sintió culpable, porque otra vez su hermana sufría, la mujer que le dió el afecto y protección de madre, lloraba, su padre estaba triste y su abuela igual, solo tristeza se podía ver en sus ojos.
Jungkook se encargó de contarle a los chicos, sus padres estaban ahi, cuando todos llegaron y vieron la cara de las personas ahí, sabían que estaba complicado todo, Rose lloraba con tanto dolor y decía que no cuidó bien de ella, eso hacía sentir peor a jungkook y a Harry, quienes tenían esos dos vínculos tan fuertes, con Malena.
Harry le hizo una seña a jeon para que lo siguiera, fueron a la cafetería del hospital, pidieron un americano y tomaron asiento y ahí empezó Harry a contarle todo...
-No se si sea correcto jeon, no sé si mi hermana se enojará pero...espero y me ayudes a...solo escúchame, escucha...cada palabra y...Ash es todo una mierda- dijo el tapando su cara, solo recordar ese pasado doloroso lo hacía sentir tan... miserable y decepcionado.
-Eso arè amigo, tomate tu tiempo.- jeon solo apretó su hombro, dándole apoyo.
Harry soltó un suspiro y empezó a contarle.
SEIS AÑOS ATRÁS...
Malena tenía 19 años, estaba estudiando diseño, practicaba natación, le gustaba el baile y por eso estaba en una academia, tenía una mejor amiga su nombre era Jenifer Whitt, tenían la misma edad, compartían todo, amabas familia tenían negocios en sociedad, en fin eran inseparables la una de la otra, dormían juntas, comían, bailaban, todo lo hacían juntas, un chico de 22 años de edad se mudó a la casa de al lado de los Scott, los Salvatore, Damon Salvatore, muy apuesto Malena y el empezaron con una amistad ya que su madre insistió al verlo siempre solo en su patio, o veía que sus padres no estaban, Harry también lo trataba y su amiga aveces salían a comer o beber un poco,algo de conocer personas nuevas no sería malo, oh, eso era lo que su madre pensaba.
Una semana antes del cumpleaños de Malena, su vecino la citó en el parque y le confesó sus sentimientos, le dijo que la amaba más que ah nadie en el mundo y que si aceptaba ser su novia, a lo cual ella se negó.
-lo siento Damon, no era mi intención que confundieras aprecio y amistad con otra cosa que jamás te demostré- dijo Malena muy apenada.
-tú...es broma?...yo pensé que...- el chico apretó sus manos y sus dientes, estaba furioso, Malena se asustó por el semblante y retrocedió, el al darse cuenta solo respiró y cuando levantó el rostro que lo había tenido gacho, le sonrió de esa forma tierna que lo hacía, siempre que disfrutaban de helados y comida.
-Lo siento mucho enserio, se que llegará una chica que corresponda a esos bonitos sentimientos- el sonrió con amargura, pero supo disimular su enojo muy bien.
-Sabes...lo siento más yo, confundí las cosas así que... gracias por ser mi amiga mal..- dijo para agarrar su mano y darle un suave apretón.
Los días pasaron y ella no sabía de él, lo llamaba y no respondía y justo el día antes de su cumpleaños le respondió y le dijo que estaba de viaje, y que no sabría si estaría para su cumpleaños, le pidió disculpas y colgó, ella se puso triste porque sentía que era su culpa, pero el día pasó y se recompuso disfrutando con su amiga.
El día llegó estaba cumpliendo sus 20 años, estaba feliz por eso, pero sus padres estaban en Europa por negocios, recibió videollamadas de sus padres y su abuela, quienes estaban felices por ella y le prometieron compensar ese día.
