Los días transcurrieron haciéndolos una semana completa, todos estaban cumpliendo con sus labores, Harry estaba en coma y aún no despertaba, Malena se quedaba la mayor parte del tiempo o Rose, sus padres se quedaban los dos a cuidar por las noches de su hijo.
JUNGKOOK...
Esperaba a Malena en frente de su casa le dije que hoy la llevaría a la casa del lago, así que aquí estaba.
-Hola kooki lo siento si tardé- entró ella algo apresurada.
-Hola princesa, estás bien noe molesta, y como está la abuela?
-Está bien...mmm...supongo que aún deprimida por todo esto, es algo...agotador- dijo ella recostando se y cerrando sus ojos con cansancio.
-Entonces de monos prisa, necesitas relajarte un poco y yo...me encargaré de eso, y.....volveremos más tarde, hoy te acompañaré toda la noche.- le dije tomando su mano para darle un beso en ella.
Arranqué el coche a nuestra dirección estaba algo alejado de la ciudad y era justo lo que buscaba distraerla y que no se sintiera mal de alguna manera.
Luego de unas horas al fin llegamos, ella se fue a la habitación a darse un baño y yo me quedé preparando algo para comer.
Rato después ya estaba servido, una deliciosa pasta y había comprado pollo frito y otras cosas, estaba sirviendo el vino cuando la siento abrazarme por la espalda.
-Si no estuviera acostumbrado te juro que me hubieras matado del susto preciosa- le dije con una sonrisa.
-Lo siento, solo...me encanta abrazar tu espalda, es.... calentita y muy muy abrazable- Dijo eso como niña pequeña ya imagina un puchero en esos lindos labios.
-ven sentemonos.
-mmmm que rico huele, se ve delicioso muchas gracias kooki, oye y bami? Dónde está? Debe extrañarme mucho.
-Asi es te extraña, pero entiende que ahora no estás de muchos ánimos, si quieres te lo puedes llevar a tu casa y así pasas tiempo con el- ella asintió frenéticamente y yo tomé su mano para plantarle un beso.
Luego de un rato entre charla y charla dejamos la cocina limpia y tomamos una botella de vino y nos fuimos a la piscina, cuando se quita lo que llevaba puesto y dejo al descubierto ese hermoso pedazo de tela blanca casi se me cae la quijada, quedé hechizado mirándola como enfermo, enserio todo eso me tiró yo? Vaya que afortunado eres eh jeon.
-Que? No vas a entrar? Que miras?- Dijo ella riendo ya dentro del agua.
- Enserio quieres saber?- me quité mi ropa y quedé solo en ropa interior solo estábamos los dos.
-Claro que quiero saber señor jeon- y aquí vamos de nuevo, ese apodo.
-Dame tu mano- ella lo hizo- Lo sientes? Eso me pasa Malena Scott- la pegué a mi y le devoré la boca ella me siguió el beso tan necesitado que nuestras bocas así lo sentían.