JUNGKOOK...
Cuando entramos a la oficina la acorrale en la puerta al cerrarla con seguro, no sin antes pedirle a Lia mi secretaria que no quería ser interrumpido no si el mundo estubiera siendo destruido.
Atrapo su boca con ganas y meto mi lengua a su boca, la escucho jadear y mi polla ya está despierta, le agarro las manos, y las levanto por encima de su cabeza, las sostengo con una mano y con la otra le aprieto ese culo que me tiene muriendo, ella está envuelta en el placer tanto como yo, Dios! Cómo deseo tenerla desnuda encima de esa mesa y hacerla mía justo ahora!
-jung...Mierda!
Soltó un grito cuando succiono uno de sus senos.
-shhh cierra esa boquita nena, no querrás que se escuche como la estamos pasando aquí- le digo pasando mi lengua en su cuello.
-Debemos parar está locura, nos pueden...
-Está bien...pero, se me acaba de ocurrir una idea.
La suelto no sin antes besarla de nuevo, camino al escritorio y marco a mi asistente, le pido que lleve algo a la sala de juntas , le agradezco y le doy el resto de la tarde, ella me agradece y cuelgo, Malena me mira con una sonrisa tierna e inocente, que se eso no tiene nada en absoluto.
Me siento en mi silla y le hago seña para que se acerque, cuando lo hace palmeo mis piernas y ella se sienta a horcajadas y mete sus dedos por mi cabello, yo la agarro por el culo que queda en una posición que me está volviendo maniático al pensar un muchas cosas sucias.
-En que piensa señor jeon?- pregunta con un tono coqueto, pero con una voz juguetona.
-En lo duro que tengo la polla gracias a ti bebé- ella mi miró incrédula por mis palabras y sus mejillas no tardaron en ponerse rojas.
-Eres un....
No la dejé terminar ya estaba comiéndole la boca, me gusta besarla, sus labios son como una droga, me levanto y la monto en mi escritorio, desabrocho el botón de su pantalón y lo bajo lentamente, ella solo me mira con una sonrisa y me toma por el cuello para besarme con ferocidad.
Nos interrumpe el teléfono de mi oficina, contesto y lía me dice que ya está todo en su lugar, sonrió con satisfacción, así que la cargo y la monto en mi hombro con su culo en mi cara, no dudo en dejar mi mano pintada en uno de sus hermosos glúteos, ella pegó un grito de sorpresa que se convirtió en risas por parte de ambos.
Caminé hacia una puerta que daba a la sala de juntas que tenía al lado y la dejé a ella sobre la mesa, cerré con seguro la puerta y empecé a deshacerme de mi saco y dejar mi camisa blanca, ella estaba encima de la mesa con una amplia sonrisa, está Malena no es para nada la misma a la cual le hice el amor en mi habitación, es más sensual, más atrevida y más...MIA