Capitulo 6

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Perspectiva de Anastasia Steele

Unos cálidos besos tan conocidos recorren mi cara besando centímetro a centímetro de las facciones de mi rostro, me remuevo un poco pues deseo seguir echada sobre está blanda cama que tiene ese poder de no querer despertarme en todo el día.- Nena despierta.- yo suelto un pequeño gruñido pues estoy muy cansada de la maratón de sexo de la noche y de la madrugada, me duele todo el cuerpo pero es un dolor delicioso que me recuerda que él es el único hombre que puede y va estar dentro de mí, él único que despierta tanto deseo en mi cuerpo.- Señorita Steele abre tus ojos.- sus labios se posan en mi cuello mientras su mano acaricia mi sexo protegido por mis bragas rojas, suelto un gemido cuando sus dedos comienzan a meterse por debajo de mis bragas explorando mi hambrienta feminidad, hambrienta por él y nada más que por él.- Anastasia necesito que tus ojos iluminen mi día, te necesito despierta.- el aliento que expide su boca al pronunciarme llega hasta el lóbulo de mi oreja, estoy caliente... Me muerde delicadamente el lóbulo de la oreja generando que me ponga más húmeda, mi sexo se devora sus largos y gruesos dedos que comienzan a hacer pequeños círculos en mi interior rozando centímetro a centímetro de mis paredes vaginales.

El bulto de su entrepierna roza mi cintura enviando más toques de deseo a mi cuerpo, toda la carne que se maneja mi hombre sigue rozando mi desnuda cintura puedo sentir que se encuentra protegido por un bóxer pues la tela es lo primero que hace contacto con mi piel sensible, su labios ahora besan mi mejilla castamente.- Abre los ojos.- me susurra y poco a poco hago lo que me pide, abro mis ojos lentamente para encontrarme con sus cautivantes ojos grises que brillan de deseo y un inagotable amor... Y esos sentimientos los despierto yo en él, me ama y me desea.

Saca sus tres dedos que seguían dando vueltas haciendo un espiral en mi sexo y con una sonrisa posa los dedos en sus labios, acerca sus labios lentamente a los míos demasiado lento para mi gusto... Pierdo todo el sentido cuando nuestros labios hacen contacto pero son interrumpidos por la barrera que hacen sus dedos mojados bañados por mis fluidos...

Saca su lengua seductoramente acariciando sus dedos y también mi labios, sus ojos grises que siempre tiene ese poder de atraparme no dejan de ver mi expresión mientras sigue acariciando con su lengua tanto sus dedos como mis labios, mi mano la bajo lentamente hasta la ranura de su bóxer, él asiente con una sonrisa al ver mis intenciones dándome paso libre a hacer lo que tengo pensado.

Mi mano la meto por debajo de su bóxer, está caliente el lugar donde se encuentra toda su longitud, mis dedos tocan la punta de su dura e imponente erección sobando delicadamente la cabeza quien responde instantáneamente a mi tacto liberando un gota de líquido pre seminal.

Gimo cuando su lengua entra rápidamente a mi boca su mano ahora la poza en mis pezones que se ponen duros al tacto de mi hombre dándole la bienvenida para que hagan su trabajo, mi mano sigue bajando y subiendo por toda su circunferencia, arriba y abajo tocando centímetro a centímetro todo ese trozo de carne que se maneja.

La luz del sol acompaña nuestros toques iluminando cada centímetro de nuestras facciones, su mano quita mi sujetador liberando a mis duros senos de su prisión, yo hago lo mismo con su bóxer con la poca cordura que me queda se lo bajo dejando en libertad a su dura hombría que al verse liberada aprisiona mi cintura, me muerde delicadamente el labio inferior estirándolo lentamente, disfrutando de mi respiración que da directamente contra su bien delineada nariz que expide una respiración igual de agitada que la mía mientras sus ojos grises siguen totalmente ensombrecidos.

Mi mano sigue acariciando toda su gran erección ahora acompañado por mi otra mano haciendo un mejor trabajo, las bajo delicadamente por toda su circunferencia para luego subir hasta la punta fuertemente apretándolo un poco más en la cabeza de donde se escapa un poco más de semen calentando mi piel pues caen directamente ahí las pequeñas pero poderosas gotas... Sus dedos pellizcan un poco mis pezones que se ponen más duros, nuestras bocas siguen devorándose con mucha hambre, nos besamos salvajemente pero también con mucho amor.

Las Sombras de Grey IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora