Capitulo 32

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Perspectiva de Christian Grey

-¿Quién fue el idiota al que se le ocurrió venir a pescar?- gruño al observar como el río donde se supone que íbamos a meter nuestras cañas para pescar unos cuantos peces está todo cubierto de hielo, sin ningún pez pues de seguro habrán migrado.- Lo mucho que conseguiremos pescar es un refriado.- Pero más idiota soy yo por pensar en mi loca que hacer esto sería buena idea... Joder ahora estaría enterrándome en mi Ana en lugar de ser azotado por el frío viento que cala en mi cuerpo y mueve cada pelo de mi cabello cobrizo que está cubierto de machas blancas por los copos de nieve que caen... Demonios ahora podría estar disfrutando de toda la calentura que el sexo de Ana ofrece a mi polla que al igual que todo mi cuerpo está frío. Joder.

-Bueno creo que fui yo.- la voz del castaño me saca de mis estúpidas lamentaciones, su abrigo negro se ve cubierto por pequeños copos de nieve al igual que su pantalón de vestir gris y zapatos negros que están hundidos en la nieve... Sus ojos color miel reflejan el arrepentimiento de haber venido. Joder ni siquiera sabe vestirse para un día de pesca, mucho hipócrita Grey tú has venido igual que él, bueno mi subconsciente tiene mucha razón somos unos completos estúpidos. Frunzo levemente el ceño al igual que Javier quien sus cejas se ven levemente arqueadas.- Relájate Grey. Además ¿Quiénes fueron los idiotas que me siguieron?-

Estoy a punto de contestar pero estoy en blanco. Tiene razón pues él no me puso una pistola para que lo acompañe ni me obligo. Yo vine con mis propios pies ya que simple y sencillamente quería p...

-Pues yo sólo los seguí para alejarme de aquella casa.- el rubio de ojos verdes me corta mis pensamientos. Mira vagamente el blanco paisaje que está cubierto cada milímetro de blanco el suelo, a lo lejos se observa niños jugando con bolas de nieve, podría estar haciendo eso con Ana...

O mucho mejor follar en la nieve, con los copos de nieve cayendo en mi espalda bien tonificada mientras me pierdo en ella... Oh joder estoy duro como el hielo que hay delante.

Él rubio bajo nuestras atentas miradas se quita un poco de nieve, caído del azul cielo, de su abrigo café que hace un contraste perfecto con su blanca piel. Sus ojos tienen un brillo especial lo que le hace ver más jodidamente hipnotizantes. Demonios maldito amigo de ojos engatusadores para navidad le debí haber regalado un estúpidos lentes de sol o de contacto.- Es más ni siquiera se usar una de estas.- pronuncia observando con el ceño fruncido la caña de pescar... que está al revés.- Sólo soy culpable de desear mantenerme lejos de ese infierno de casa.- mi ceño se frunce nuevamente por su uso de palabras que casi nunca lo escucho hablar así. Javier le da un fuerte golpe en su brazo pero él ni se inmuta y posando su mirada verde en mí pregunta.- ¿Y tú por qué demonios estás acá?-

Tengo dos pares de ojos posados en mi cuerpo, a lo lejos se escuchan carcajada de niños mientras yo me pienso su pregunta detenidamente para dar una respuesta clara.- Bueno pues... Este yo sólo quería pescar.- un puchero se forma en mi rostro involuntariamente pero lo desaparezco al escuchar las fuertes carcajadas que sueltan mientras se agarran sus abdómenes por sobre sus abrigos que ahora tienen ligeras manchas blancas... Joder somos unos huachafos solo nos faltaría una corbata para ser los reyes de los mal vestidos ¿Cómo se nos ocurre venir a pescar así? O mejor dicho ¿Cómo se nos ocurre poder pescar con este endiablado clima?

-Ya cállense par de hombres.- bramó dirigiéndome a ambos mi mirada más fría que pondría tiesa hasta la misma cruella de vil; pero al ver que no hace ningún efecto en los idiotas de nuevos amigos que tengo me doy la vuelta con la caña en mano refunfuñando, si fueran uno de mis empleados ya hubieran cerrado el hocico pero en ellos no surge el menor efecto.- Mejor larguémonos que mis huevos se están congelando.-

Las Sombras de Grey IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora