Capitulo 44

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Disculpen si por la última parte les sale  un poco mal pero no sé que le pasa a la pagina que me lo junta todos los últimos parrafos.

Perspectiva de Christian Grey.

Me acomodo la corbata que mientras rompía solo un par de cosas en ese lujoso departamento se había desajustado un poco y no estaba perfectamente ajustada y acomodada con mi camisa. Me paso las manos por mi cabello cobrizo mientras veo al guardia de seguridad hablar y hablar pero no le prestó ninguna atención a sus reclamos, solo ruedo los ojos asintiendo con la cabeza ignorándolo por completo, los segundos pasan y al darme cuenta que sigue y sigue hablando como una cotorra lo asesino con la mirada para poder intimidarlo pero este hombre que ha osado llamar a Ana solamente por unos cuantos destrozos que he hecho no me ve a mí pues solamente mientras grita se dedica a observar una libreta que la tiene bien sujeta con su mano. Joder ni que hubiera matado a alguien, definitivamente la gente sí que es exagerada que hacen toda una tormenta en un vaso de agua, de reojo observo luego de suspirar a Sawyer que luce igual de cansado que yo por la reprimenda que me ofrece este señor, que sí sigue gritándome si habrá un asesinato acá y usaría ese lapicero que no deja de mover mientras anota más cosas.

-Pare por favor. –hablo lo más calmado posible al las puertas del ascensor abrirse para captar con la mirada a un destrozado Javier que da mucha pena de solo verlo y a su lado mi diosa de ojos azules que me sonríe levemente haciendo que desaparezca los instintos asesinos que estaba teniendo.- Yo puedo pagar lo que sea, hasta si fuera por mí compraría todo este edificio. –gruño ya con la paciencia muy agotada, poso mis ojos grises en él nuevamente aferrando mis manos generando que se conviertan en puños.- Yo en un minuto gano lo que usted en un mes. –le sonrío ladeadamente al darme cuenta que al fin posa sus ojos en mí para abrirlos como platos luego de tragar saliva, observo de reojo sin dejar de fruncir el ceño como mi mujer se acerca junto con mi amigo hasta donde me encuentro, en el centro del recibidor por debajo de un foco en forma de araña que cuelga iluminando mi cabello.- Mañana estaré enviando a unas personas para que arreglen el desastre que hice. Todo lo pagaré yo y déjeme de gritar si no quiere terminar sin trabajo de por vida. –el hombre ante mi sonrisa de satisfacción asiente volviendo a tragar saliva bajo mi asesina mirada gris que podría intimidar hasta el mismísimo Hulk.- Buenas noches. –

Sin esperar una respuesta de su parte salimos los tres sin siquiera despedirnos, la educación ahora está demás cuando me encuentro con toda la ira reinando en mi cuerpo bañando todo mi torrente sanguíneo, ahora solo quiero perderme en la mujer que va sujeta a mi mano acariciando mis nudillo intento calmar a la bestia que llevo dentro, la atraigo a mi lado al salir a las afueras y un frio viento azotar nuestros cuerpos que al estar juntos se comienzan a transmitir un calor tan familiar y conocido conforme nuestras pieles se rozan y sonreímos como unos completos idiotas.- Hasta mañana. –habla Javier mientras se aleja un poco de nosotros con un andar tan elegante con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón en dirección a su auto que se encuentra estacionado a las afueras de este edificio al cual nunca debimos haber venido, al ver la preocupación en nuestros rostros cuando abre la puerta niega con la cabeza sonriendo amargamente.- Estoy bien. –sus manos se sumergen en su melena castaña copiando mi actitud cuando me encuentro irritado, cansado de las injusticias de la puta vida.- Dejen de tenerme lastima. –

-¿Estás seguro? –pregunto ignorado sus últimas palabras, me acerco un poco a él sin despegar a Ana de mi lado, Javier da una paso atrás asintiendo frunciendo el ceño al observarnos a los dos, de uno al otro conforme juega con las llaves de su coche.- Podemos ir a cenar los tres. –ofrezco de buena gana tratando de sonreír lo máximo posible, en este momento solo quiero follar a Ana, darle duro contra un muro, enterrarme en ella para perderme en su interior a la par perder los recuerdos del día de hoy en mi memoria mandándolo al lugar más recóndito, pero si él nos necesita puedo posponer eso para luego, tengo toda una vida para follar.- Vamos, pasaremos un buen rato, podemos ir a ver una película en el cine si es que lo deseas. –comparto una mirada con Anastasia, en el cine, un cuarto a oscuras, personas entretenidas en una pantalla gigante el lugar perfecto para manosearla un poco y a la vez estar al lado de Javier.

Las Sombras de Grey IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora