Las Sombras de Grey II

Capitulo 14

Perspectiva de Christian Grey

Tu vida ha sido una mierda en este mundo de mierda en estos meses de mierda por las mentiras de mierda y tu inseguridad de mierda me dice mi subconsciente por vez número 50 de lo que va el día y sé que esas palabras describen perfectamente lo que ha pasado en mi vida desde que mi nena se fue, pero si me pongo a pensar detenidamente por unos momentos creo que hay dos palabras que describen mucho mejor como han sido estos meses sin ella, sin su luz, sin su presencia, mi vida han sido una...

Jodida huevada.

Esas son las exactas palabras que describen como han sido estas semanas que parecieron todo un siglo para mi persona, pero ahora que ella está sobre mí caliente cuerpo, con su cabeza recostada en mi pecho, sus manos acariciando mis abdominales y su respiración que calma mi agitado corazón que late desenfrenadamente por las maravillosas corridas que hemos disfrutado... Ahora en este momento ya no hay más oscuridad en mi vida, mientras le acaricio con mis manos su desnuda espalda una idea se vuelve a hacer presente en mi mente y ahora es muchos más clara: Ella desde el día que la conocí en las clases ha sido la luz que impedía que las tinieblas me consuman...

Un ángel que ha luchado contra mis tinieblas.

Pero algo bueno ha surgido de estos desastrosos meses, pues está separación que hemos tenido ha ayudado extrañamente para que nuestro amor se haga más fuerte, me ha ayudado a mí en lo personal a confiar en ella y siempre escuchar las explicaciones antes de sacar unas estúpidas conclusiones y claro dejar mis jodidas inseguridades de lado... Se perfectamente que tendremos que superar muchas cosas pero mientras veo el gran ventanal que me deja apreciar el paisaje gris que hay en las afueras acompañado de ligeras gotas de lluvia por el horrible clima del día de hoy me hago una promesa... La confianza ante mi nena prime en mí ser, pues no quiero que mi vida vuelva ser igual que el cielo que hay en las calles de Seattle... Gris sin nada de felicidad, sin ningún motivo por el que salir adelante definitivamente no quiero volver a pasar por eso.

-Te amo, nunca lo he dejado de hacer.- me susurra Ana por sobre mi pecho depositando un casto beso en mi pectoral izquierdo haciendo que mi corazón lata a mil y los vellos de mi pecho se pongan de punta al igual que una parte de mi cuerpo que hace sólo minutos descansaba flácidamente por debajo de su sexo caliente, pero ahora se encuentra duro como una roca ante el ligero toque de sus carnosos labios y por la calentura que expide el sexo de mi nena... Oh Dios mío lo que está mujer provoca en mi cuerpo con el más mínimo roce es fantástico pienso mientras deposito un casto beso en su cabeza, sobre su sedoso cabello castaño que huele tan a mi Ana... Definitivamente extrañaba estos pequeños momentos que al lado de ella son especiales, su olor, su ser, su todo pero ahora nunca más dejare que el destino de mierda ni mis inseguridades nos separen.

-Y yo a ti nena.- mi mano hago que repose por sobre la piel blanda y cálida de su glúteo derecho dándole un leve apretón y una caricia demostrando lo mucho que amo cada parte de su cuerpo aunque creo que esa parte la amo un poco más, mi polla ahora se encuentra maciza por el apretón que he dado a la nalga de mi Ana y por el gemido que tanto me encanta que se le ha escapado a ella haciendo que sus pezones desnudos y duros froten la parte baja de mis pectorales.

Mi erección roza los pliegues vaginales de mi diosa formándose en mi mente una nueva imagen sacada del mismísimo Kamasutra, una pose que me encantaría probar con Ana.- ¿Lista para una segunda ronda señorita Steele?- mi voz suena tal como está mi cuerpo... Total y jodidamente excitado.

Ana suelta una tímida carcajada que es música para mis oídos (definitivamente su risa también lo extrañaba) niega con la cabeza haciendo que los mechones de su sedoso cabello castaño roce mi desnudo pecho.-Tenemos que desayunar, además creo que ya hemos tenido demasiados orgasmos señor Grey.-