Zaira
Si continuo tomando tanto café tampoco dormiré ésta noche. Dormir...Extraño tanto esos días en los que acostarme sobre la cama era un placer. Ahora se convirtió en mi peor enemigo. Apenas acomodo mi cuerpo en la comodidad del somier los pensamientos negativos vienen a mi cabeza y no me dejan tranquila. Pienso en las cosas más estúpidas y recriminarte que un ser humano pudiera decirse a si mismo. Por qué dije esto?, por qué dije aquello?. Había necesidad de ser siempre tan amable?.
Hace unos años uno de mis tantos profesores que dictaba su materia en la facultad donde yo asistía me dijo: "Alumna Lombardi le daré un consejo, sea más seria, no ría, no sonría tanto, las personas no la tomarán en cuenta. La gente pensará que usted no es una persona confiable y que no tomará con responsabilidad la administración de su empresa.". Pues tenía razón el tarado ese...yo no dejaría de sonreír, pero es verdad que las personas me creen menos responsable por ser agradable. Qué estúpido la verdad!. Y no se transada solo a mi puesto de trabajo, mi vida personal es un completo desastre. Hace años que no sé lo que es besar a otra persona, sentir un abrazo, esos que sientes el amor de la otra persona; ni mucho menos compartir una cama o convivir el día a día con otra persona. Mí único y fiel amigo es Cristóbal Moliner y su reciente y atractiva esposa Aitana Altagracia. Conocidos tengo muchos, muchos de ellos creen ser mis amigos, pero nadie se compara a Cristóbal. Él es el único ser en esta tierra que me conoce en profundidad. Además de su esposa, su madre y su padre me adoptaron como su hija, luego de quedarme sola tras el asesinato de mis padres. El caso aun se encuentra abierto, y ruego cada año que pasa encuentren a los responsables. Los abogados que contrato terminan por defraudarme. Todos me prometen que encontrarán a los culpables y que pondrán presión a los investigadores. Pero ninguno logró hasta hoy darme una explicación lógica y las razones por las que mis padres hoy no están conmigo. Tengo familiares por parte de madre y padre, pero son un enorme grano en el culo. No los veo todos juntos desde que mis padres fueron enterrados en el cementerio de la chacharita. Pero no quita que todos están pendientes de las decisiones que tomo con respecto a la empresa familiar. El único que vale la pena es mi abuelo Ciro, con sus 90 años de edad.
Mi amigo Cristóbal siempre me dice que soy afortunada al tratar solo con solo dos hermanos de mi padre, si fueran muchos más tendría una soga al cuello. Pero quien diría qué mi ficticia seriedad solo existe cuándo trato con ellos?. Apenas cruzo las puertas de la empresa, automáticamente me convierto en otra persona. Mi sonrisa y mi risa desaparece por arte de magia.
- Zaira tenes que tomar una decisión, o repartís tus acciones entre nosotros, o dedicas planamente tu tiempo a hacer lo que te corresponde.- Dice mi tío Fernando mirándome con enojo.
Piensa que no sé lo que pretende. Él quiere continuar rascado su flácido culo con ambas manos mientras yo lleno sus bolcillos de dinero. En su defecto quitarme del medio y quedarse él solito con todo. Cada día que pasa creo que la segunda opción es la acertada. No sé como mi padre aguantó a éstos dos idiotas que tiene por hermanos. Para colmo sus hijos viven de sus cuentas bancarias. Menos mi primo Felipe.
- Sobrina ya estamos grandes y no manejamos la tecnología como vos. Estamos cansados de enviarte absolutamente todo por mail y apenas te tomas el tiempo de responder.- Comenta más tranquilo mi tío Ricardo.
- Mientras ustedes se lo pasan divertidos y relajados en el café de la esquina, yo estoy resolviendo los problemas que ustedes no son capases de resolver...Por ejemplo los proveedores a los que no se dignaron de pagarle la semana pasada.- Mi tío Ricardo mira de manera acusadora a mi tío Fernando.- No lo sabías tío?.- Digo de manera sarcástica.- Tu hermano no realizó los pagos correspondientes.. Ah!, la plata con la que les pagué éste mes deberán devolvérmela. No volveré a sacar ni un solo peso más de mis bolsillos.
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Huye...De Mi.
Mystery / ThrillerEl ser humano comienza a avanzar cuando pierde el miedo y enfrenta al futuro de frente. No es el caso de Zaira Lombardi. El miedo la paraliza y le teme al fracaso. Alondra Dumont es la antítesis de Zaira. Ella se arriesga y enfrenta sus problemas...