Secretos Dolorosos...Zaira.

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Aparentemente mi novia aun tiene demasiados secretos y grandes heridas que sanar.

Podría haberme quedado sola en la habitación esperando a que regresara Alondra de hablar con su padre, pero en cuanto cerró las puertas un mal presentimiento creció en mi pecho, algo me decía que no la dejara sola. Abrí nuevamente la puerta y encuentro a Rosa cerca de las escaleras que llevan a la planta baja, y a unos pasos de lo que sería la vieja oficina del abuelo de Alondra. Nos miramos un instante con mi tía.

- Quédate aquí Zaira, no sé que puede llegar a hacer mi hijo Luca si te ve.

- Rosa no le tengo miedo a tu hijo, quiero acompañar a Alondra.- Mi tía resopla.

- Quién es él?.- Señalo con mi cabeza a un hombre sobre una silla de ruedas con cara de preocupación y siendo retenido por una mujer joven como de mi edad.- Es el hermano de Alondra?.

- Sí, se llama Alejandro y esa es su esposa Lorena.- Mi tía los mira con preocupación.- Zaira.

- Luca toma tus cosas y te largas de mi casa.- Esa es la voz del abuelo de Alondra, se lo oye muy enojado.- Escuché cada palabra que has vomitado de tu boca. Te quiero fuera de mi casa.

- Quédate aquí, no salgas aun.- Me dice mi tía bajando despacio por las escaleras.

Apenas bajó mi tía el drama familiar se desató. Veo al padre de mi novia agarrar con violencia el brazo de su esposa para arrastrarla con él hacia la salida, pero Rosa utilizó aquella voz de autoridad, que tanto miedo me daba cada vez que la escuchaba regañarme, utilizarla con su hijo mayor. Este pronunció las palabras más hirientes que puede una madre oír, aun así logré ver el arrepentimiento en su rostro y obedecer a su madre lo que le ordenó. Luca soltó el brazo que sujetaba de su esposa para salir por la puerta principal.

Yo he presenciado dramas familiares de mi propia familia durante años. Vi a mi abuelo levantarse de su mesa y pedirle con vos de mando a sus hijos menores que su presencia, en Su mesa, ya no era bienvenida. O cuando mis padres fallecieron y mis tíos pretendían asumir ellos la presidencia de la empresa, mi abuelo gritarles que ellos no formaban parte del convenio firmado ente el escribano publico. La diferencia entre los dramas familiares que expone y exhibe mi familia son totalmente distintos a los de Alondra. Podría decir o entender que eran muy unidos hasta que algo malo ha sucedido y los dividió. Lo vi en el llanto de mi novia, de su madre y de su abuelo, prácticamente en la angustia de todo sus seres queridos.

- Deberían regresar a la cama.- Nos dijo Rosa luego de convencer a su esposo de hacer lo mismo.- Todos necesitamos descansar. Roberta vos deberías hacer lo mismo hija.- La madre de mi novia, a la cual no tuve el gusto de conocer en otras circunstancias, se encuentra en un estado nervioso, hasta diría angustiante.

- Alondra por qué no acompañas a tu mamá?, creo que ella te necesita.- Le digo a mi novia bajito con la esperanza de que solo ella me escuche. Pero no fue así, Roberta me mira con recelo.

- Estoy acostumbrada a dormir sola. No te preocupes.- Me contesta la madre de mi novia. Creo que ella me odia, creerá que yo soy la causa de su mala fortuna.

- Yo te acompaño mamá.

- No, ve a descansar, mañana hablaremos vos y yo.- Roberta se levanta, se despide de su hija y por último le agradece a Rosa por todo.

- No debería de haber venido.- Dice Alondra.- Sabía que las cosas terminarían mal.

- Aun no terminan.- Dice mi tía.- Vayan a descansar, yo iré con mi esposo que seguro no pegará un ojo en toda la noche.- Rosa se despide de nosotras y nos quedamos solas sin decir ni una sola palabra, hasta que no soporto más el silencio.

Huye...De Mi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora