Finde Largo...Zaira.

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Aun estoy asimilando todo lo que me ha pasado en las ultimas dos semanas. Prácticamente vivo en la casa de Alondra...Seré honesta, hace dos semanas vivo en la casa de Alondra. Ahora sí. No lo sabe nadie, a excepción de Lala y Bianca. No nos importa la opinión de las personas, pero por ahora no tenemos la necesidad de estar contándoles a nuestros allegados más cercanos, (Familiares), que vivimos juntas. Pienso que el padre de Alondra no estará muy contento de saber que su hija duerme con el enemigo. Eso pienso yo, Alondra no me ha dicho nada al respecto.

- Que bueno que pasarás el finde con las chicas.- Dice Rosa.- Podrías aprovechar y tomarte unos días más para descansar.

- No lo creo...Qué haría tantos días sola?. Alondra comenzó a trabajar para tu esposo, y no creo que pueda tomarse vacaciones.

- Y quién dijo qué Alondra debía estar con vos?.- Rosa no es tonta. Aunque no le hemos dicho nada ella lo olfatea.-...Natalia volvió a dejar...demasiados mensajes.

- Es queeee, no.

- No estás aceptando sus citas?.- Niego con mi cabeza.- Tenes que hablar con ella. O.- Unos golpes a la puerta de mi oficina nos interrumpe.- Veré quien es...Vos envíale un mensaje a esa bruja, y termina lo que sea qué tenían cómo una adulta responsable!!.

No ha hecho falta enviarle ningún mensaje. Natalia estaba detrás de la puerta, lo que significa que se saltó todos los protocolos de vigilancia, que Rosa indicó al nuevo personal de seguridad privada. Cosa que hiso enfurecer a mi tía.

- Qué te ha traído a mi empresa, Natalia?.- Dije indicándole con mi mano el asiento vacío frente a mi nuevo escritorio. Bueno ya no tan nuevo.

- Por qué no aceptas mis invitaciones?...Hola, no?- Dice caminando peligrosamente y sensualmente hasta mi.

- Será por qué no quiero ir?.- Me cruzo de brazos al pecho.- Hola.

- Vamos Zaira, lo pasamos genial, acaso ya no queres acostarte conmigo?.

- No...- Una sonrisa sínica se ciñe en su rostro.

- Estás con alguien?.- Niego con mi cabeza.

- No...Y eso no te incumbe, no tengo ningún compromiso con vos.

- Continuo siendo tu abogada.

- Justamente, sos la abogada que lleva el caso sin resolver de mis padres asesinados. Tenes alguna novedad qué quieras compartir conmigo?. Si no es el caso, prefiero.

- No tengo novedades. Zaira qué te sucede?. Estás distinta y muy distante.- Intenta llevar sus manos a mi cintura, pero la detengo colocando mi mano derecha sobre su pecho.

- Cometí un grave error al acostarme con vos. Y la culpa la tengo yo.- Se distancia unos centímetros.- Espero que comprendas que a partir de ahora nuestra relación será como debería de hacer sido.- Niega con su cabeza y acomoda su saco, tironeando la tela de su cinturilla.

- Es por Alondra?.

- No. Y qué tiene que ver ella, en querer mantener una relación meramente profesional con mi abogada?.

- Desde que irrumpió en tu oficina, durante nuestro beso acalorado, vos saliste corriendo detrás de ella, y no volviste. Eso no es todo. Desde ese día, vos no queres estar conmigo.- Cruza sus brazos al pecho.- Te contó lo de su bebé y ahora me culpas cómo todos?. Yo no tengo la culpa de que ella se le ocurriera quedar embarazada.

- Natalia yo no soy quien para juzgar a nadie. Esa es su historia.

- No?. Me miras con desprecio, cuando antes me mirabas con deseo...- Respira con profundidad y enojo.- Dile a Alondra que no se olvide quien fue la persona que la ayudó en el caso Ramayo.- Se da media vuelta, y muy a lo novela mexicana se detiene antes de abrir la puerta.- Asignaré a un abogado de mi firma para que lleve el caso de tus padres...Tarde o temprano volverás a buscarme.- Y cierra la puerta.

Huye...De Mi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora