Alondra. Pov.
No logré dormir en toda la noche. Releí el mensaje de Zaira, una y otra vez estudiando cada palabra, analizando todas sus estrofas. Necesito y quiero estar en su vida. Reposé mis parpados por dos miseros segundos y el sueño me transportó a una de mis mejores fantasías. Esas recurrentes que nadie lograba cumplirla.
Deslizándose con destreza y vistiendo esa lencería roja como la sangre, que tanto deseo ver en ella, en Zaira. Su imagen semidesnuda observándola tendida sobre mi cama, mirándome con lascivia, mordiendo su labio inferior, mientras sus rodillas se desplazan con maestría felina, y sus manos rosando mis delicadas sábanas grises entre mis piernas. Quería probar sus labios, perderme en su boca y ese aliento a menta gusto a cereza que siempre chocaba aquel olor en mi boca cada vez que ella habla. Necesitaba, deseaba poseerla, hasta que desperté confundida y decidida a obtener explicaciones. Tomé las llaves de mi coche y regresé a su edificio.- Tengo que recuperar mi auto. Excelente escusa para regresar.- Aun no logro entender que hace viviendo por es zona una persona como ella.
Una amable mujer mayor, cargada las compras que había realizado ypretendía abrir la puerta. La ayudé y aquella amable mujer me ayudó a subir hacia mis miles de preguntas.
- Ábreme la puerta, o tendré que utilizar mis viejos hábitos....- La castaña abre su puerta. La imagen de Zaira vestida solo con su ropa interior y una remera que no llegaba a cubrir el encaje de su tanga negra, me deja sin la capacidad de respirar.
- Qué queres?.- Sin su aprobación y tratando de alejar aquel sueño, ingresé a su departamento.- Pero quién te dio permiso para entrar?!!!!.
- No me dejaste opción.- Cierra la puerta y camina con aquella sensualidad que me oscurece la razón.
Una sola mirada y me acerqué a su boca como si dependiera de ello para vivir. Su lengua bailaba al ritmo de la mía, ellas se reencontraron; esa es la descripción de lo que sentí cuando su cuerpo pegado al mío me produjo una extraña electricidad recorrer cada nervio, cada musculo y todos mis sentidos. Sus manos se aferraban a mi cuello, profundizando el beso que no dejaba de corresponder, y que le permitía a las yemas de mis dedos sentir su erizando piel.
- Fuera de mi casa..- Aquellas palabras me regresaron a tierra, solo por un instante.
Quieres qué me vaya cuándo no apartas tus labios de los míos?- No me voy a ir...- Contesto aun sintiendo su pesada respiración chocar contra mi lengua. Su respiración profusa deja desprevenida la piel de su cuello, y mis labios resbala por él lentamente absorbiendo su olor.- Tu cuerpo me dice que no es lo que queres.- Mi voz sale ronca del placer, presa de su cuerpo.
Mis manos serpentean hasta su glúteo, y ante mi tacto su centro choca con el mío desvaneciendo sus palabras de negatividad.Zaira quiere lo mismo que yo.
- Te vas a arrepentir de lo que estás haciendo.- Jadea sin apartar sus suaves manos de mi. En segundos su cuerpo se tensa y siento que algo ha cambiado repentinamente.- No puedo...- La miro a los ojos tratando de entender qué está pasando?, por qué veo lagrimas en sus ojos nacer de sus lagrimales?.- Lo siento Alondra.- Dice con su mirada angustiosa.
- Qué te sucede?, te lastime?.- Pregunto confundida.
- No...Alondra vete a casa.- Intento acercarme para consolarla, pero me detiene interponiendo una mano firme entre nosotras.
- Por qué lloras?, Zaira no me puedo ir y dejarte así...perdón, yo no.- Se gira dándome la vista de su espalda, caminando en dirección opuesta a mis caricias hasta la puerta de estrada abriéndola con lentitud.
- Estoy bien, solo que...vete a casa Alondra.- Camino lentamente esperando que se arrepienta y me de la oportunidad de entenderla.
Acaricio su hermoso rostro, recogiendo aquellas lagrimas que sin razón caen de sus bellos ojos. Ellos se cierran absorbiendo aquel cariño que esta creciendo en mi hacia ella inexplicablemente.
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Huye...De Mi.
Mystery / ThrillerEl ser humano comienza a avanzar cuando pierde el miedo y enfrenta al futuro de frente. No es el caso de Zaira Lombardi. El miedo la paraliza y le teme al fracaso. Alondra Dumont es la antítesis de Zaira. Ella se arriesga y enfrenta sus problemas...