Algo Huele Mal. Alondra.

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No muy convencida y sumamente molesta, por perderme la posibilidad de molestar a mi esposa; preferí aceptar que realmente no le afectó el hecho que nuevamente le ocultara información. Quizás debería de comenzar a soltar esa estúpida manía del individualismo. Esta manía consiste en creer y continuar pensando que aun estoy sola para todo y no convivo con nadie. Soy consciente que vivo con Zaira, pero otra cosa muy distinta es decirle a mi mente que deje de guardarse absolutamente todo; y comparta con la mujer que claramente espera, de mí parte, mis tan esperadas muestras que por fin tomo conciencia que estoy conviviendo con ella.

Otra cosa muy distinta es la capacidad que tiene Zaira de hacer como que aquí no sucedió nada. No me molesta, pero no deja de hacer ruido en mi cabeza. Tarde o temprano volverán los cuestionamientos y espero estar preparada para enfrentarlos.

- Estás nerviosa?.- Me pregunta Zaira a pocos minutos de testificar frente al juez. Niego con mi cabeza.- Haré como que te creo.

- No son nervios por hablar frente a toda esas personas.. Quiero testificar y volver a casa con nuestro hijo.- Mi esposa sonríe abrazándome.- Vos cómo estás?, me preguntas a mi cómo estoy pero sé que es muy difícil.

- Estoy tranquila. No debería decir esto, pero me alegra que hoy estés acá conmigo.- Beso sus labios sin soltar aquel hermoso abrazo que estábamos teniendo.

- Perdón.- Dijo Natalia entrando a la sala donde nos encontramos con mi esposa.- No quería interrumpir, pero.

- No interrumpes nada.- Dije sonriente. Aun conservo ese sentimiento de molestia cada vez que Natalia está cerca de mi esposa.

- Ya debemos entrar.- Asentimos con Zaira en respuesta y salimos las dos tomadas de la mano.

Debería de estar acostumbrada al sistema jurídico, soy abogada, pero jamás he estado del otro lado. El pingpong de preguntas y respuestas fueron claras y concisas, hasta que la pregunta del millón se escucho; por lo menos para mí era LA pregunta.

- El señor Moretti Domingo le pidió su ayuda para acercarse a Zaira Lombardi?. A su actual esposa?.- Me pregunta Tomas Heredia, adjunto abogado de Natalia.

- Sí.

- Puede explayar su respuesta?.

- Los señores Fernando y Ricardo Lombardi, tíos de mi esposa, pretendían venderle las acciones de la empresa familiar al señor Domingo Moretti. Mi ex jefe sabía muy bien que Zaira Lombardi era la actual accionista mayoritaria de dicha empresa.- Observé al abogado de mi ex jefe querer objetar mi respuesta, pero me adelanté.- El señor Moretti me pidió que lo ayudara a convencer a Zaira para que le vendiera su empresa, alegando que al ser.- Me señalo con mi mano derecha.- Yo lesbiana y ella también, no tendría inconvenientes para acercarme a la sobrina de los Lombardi.

- Entonces usted participó activamente en las negociaciones qué se dieron el 23 de Julio?.

- No, me negué a formar parte de sus planes o negociaciones. Para esa fecha yo ya había renunciado a mi cargo en la compañía del señor Moretti. Soy abogada y jamás le recomendé a mi ex jefe continuar con aquel capricho.

- Gracias señora Dumont por su testimonio.- El abogado de Moretti toma la palabra.

- Señora Dumont, usted dijo no participar en "El Capricho", - Hace comillas con sus dedos.- de su ex jefe. Pero está usted casada con la señora Lombardi. Cualquier ser pensante creería que usted está mintiendo. Usted no participó pero se casó con Zaira Lombardi.

- Sí, pero que yo me casara...Perdón, como abogada no comprendo.. Debo aclarar por qué me casé con mi esposa?.- El juez sonríe de costado apenas perceptiblemente para el ojo humano.- Dije que: No participé en las negociaciones. Sí comencé a relacionarme con la señorita Lombardi por pedido de mi ex jefe. Reitero, jamás con la intención de convencerla para que le vendiera las acciones al señor Moretti. Solo actué, como abogada, cuando realizaron una denuncia falsa y, mi esposa, fue llevada a la comisaria acusada de asesinar a sus padres sin la orden de un juez.

Huye...De Mi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora