Zaira. Es Hora.

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Desperté sintiéndome la mujer más feliz de la faz de tierra. Con Alondra enredada como garrapata a mi cuerpo. Ella aun dormida, pude aprovechar y contemplarla por unos minutos con mi mirada. Aproveche a disfrutar de las pataditas de su bebé, sin la interrupción de su madre. Esa mujer no me deja disfrutar lo suficiente de sus movimientos, me distrae con sus miradas y besos mágicos, como ella los nombra. Debe ser increíble sentir como se mueve en su interior. Pero aunque este dormida ella siempre se roba mi atención. Será qué esta vez todo saldrá a nuestro favor?. Yo creo que sí, por muchas buenas razones. La principal es que yo estoy convencida y firme en qué quiero y qué no en mi vida. Enfrentaremos grandes adversidades y fuertes golpes, porque así es la vida, no?. El color rosa lo veremos dependiendo de la manera que nosotros enfrentemos esas adversidades y luchas, con la certeza y la confianza de que podremos con todo aquello.

Bromeamos al vestirnos. Bueno al vestirla, a mi niña le cuesta movilizarse y tomar cosas del suelo. Y yo amé poder ser yo, la que la vista. Obviamente aproveché el momento para llenarla nuevamente de besos y de caricias inocentes. Esa ultima parte es mentira, las caricias no tenían nada de inocencia, pero desde que desperté la única palabra que retumba en mi mente es "Aprovechar". Dejaré de reprimirme y de contenerme. Desde que abrí mis ojos le abrí las puertas a la positividad, y a la guerrera que durmió en mí por muchos años. Ya no estaba sola, ahora tengo a dos personas junto a mi y lucharé por ellos cueste lo que cueste.

Salimos sonrientes tomadas de la mano fuera de la habitación. Preparadas para cualquier comentario por parte de los abuelos de mi novia y de la que es mi tía.

- Buenas tardes.- Dije con la felicidad brotando de mis poros.

Los abuelos de mi novia se giraron en nuestra dirección y sus rostros nos decían lo molestos que estaban. Pero a los segundos comprendí que no era molestia, era tristeza, peor aun eran malas noticias.

- Tía qué sucede?.- Rosa respira profundo y Gervasio nos señala con su mano derecha los asientos.

- Tenemos..- El hombre mayor mira a su esposa. Creo que es de familia pedirle permiso a la temible Rosa.- Noticias. Puede que sean malas, como puede que sean buenas. Depende de como las tomen.

- Al grano viejo. Qué venimos nosotras a darles buenas noticias, y lo ultimo que esperamos recibir son noticias de mierda.

- La irreverencia métetela en el cu.

- GERVASIO!!!.- Lo reprendió su esposa.- Alondra, deja de decirle viejo al viejo queres!!!. Chicas seré directa. Encontraron sin vida a Hilario Fiorucci. Aparentemente se suicidó.- Las piernas de Alondra se aflojaron y su piel se tornó blanca.

- Cariño estás bien?.- Le pregunté mientras la sentaba en una de las sillas de la cocina.- Rosa me alcanzas?.- No ha hecho falta decir qué es lo que necesitaba.

Pasaron muchas horas desde que mi novia no probaba un bocado de comida. Obvio que se marearía.

- Tendré que pedirle la receta a Lala.- Dijo Gervasio.- No te lo comas todo pendeja insolente.

- Me comeré todo, no te voy a dejar ni un pedacito.

- Tía esto perjudica el caso de mis padres?.- Alondra me vuelve a mirar son susto.- Gordi, esto lo perjudicará?.- Le pregunto asustada ante su expresión.

- No, el juicio continua. Con el testimonio de Luca y las pruebas en contra de Domingo Moretti, tenemos más que suficiente.- Dijo mi tía mientras me extendía un plato de comida.- Come, después del maratón que se echaron seguro necesitan mucha energía.- Sentí que mis mejillas se prendieron fuego de la vergüenza.- No escuchamos nada. No es así Gervasio?.

Huye...De Mi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora