Mal interpretado...Zaira.

24 2 0
                                    

Dolida, con el corazón hecho pedazos, tomé mis cosas y regresé a la empresa. No dejaría a mi tía trasnochar y con el trabajo a medio hacer. Intenté enviarles por mail como deberían pegar cada impresión.

Conduciendo camino a la empresa, pensaba en mi matrimonio y en las palabras dichas por mi esposa. Es imposible despejar mis viejos miedos. Me duele mucho sus suposiciones. Sí yo vi el cuerpo de otra mujer, pero jamás pensaría en acostarme con otra persona que no sea Alondra. Para colmo no dejo de llorar como una idiota y apenas veo el camino que estoy transitando por culpa de mis lagrimas. Me aparqué a un costado, si continuo así terminaré teniendo un accidente de transito.

Subo por el ascensor tratando que no se note en mi cara la angustia que siento dentro y que lamentablemente se refleja en mis ojos.

- Señora..- Se sorprende Emilce al verme entrar a la sala.

Ella me mira con comprendiendo que estoy muy triste. Rosa que hasta ahora se encontraba dándome la espalda se gira al escuchar a la diseñadora nombrarme.

- A tu oficina.- Dijo Rosa arrastrándome.- No voy a pregúntate qué sucede, porque sé la respuesta.

- No sé qué hacer?.- Dije rompiendo en llanto.- Ya no quiero regresar a casa tía.

- Te pregunté miles de veces si estaban bien!!- Respira profundo.-... Zaira conozco muy bien a mi nuera. El pasatiempo de Roberta es absorber a su hija. Alondra puede decirme que su madre no la arrastra. Todos los que conocemos a su madre, sabemos que tarde o temprano su influencia cala profundamente.

- Yo esta vez no voy a...- Me siento en la silla tomando mi rostro con mis manos y llorando.

- Y yo me cansé de cuidar su culo.- Dijo mi tía acariciando mi espalda.- Tomate un tiempo a solas.- Aparto mis manos de mi rostro para mirar a Rosa de costado.- Sí Zaira, es la única manera que mi nieta comprenderá a valorar lo que tiene...La verdad que la desconozco.- Niega con su cabeza.- Sé que te ama, pero vos no te mereces sus continuos reclamos.

- Lala me ha dicho que escuchó a Alondra decir que no se siente bien últimamente con ella.

- Eso justifica las formas?.- Rosa niega con su cabeza repetidamente.- Alondra tiene que aprender a hablar.

- Yo tampoco me comporté como una buena esposa tía.

- Pero qué dices?!.- Cubro mi rostro con mis manos.

- Me sentí muy celosa.- Por fin verbalizo lo que he sentido últimamente.

- Celosa?.

- Sí...Es estúpido, pero me sentí celosa de Roberta.- Rosa me mira confundid.- Ella logró tener toda la atención de mi esposa y de mi hijo....Descuidé nuestro matrimonio tía. Alondra cada día era menos...cariñosa conmigo. Y...bueno, hay... cosas que no deberías de saber. Puede resultar incomodo hablar de estas cosas...con vos.

- Hablamos de sexo?.- Asiento con mi cabeza.

- Se volvió...aburrido.- Rosa abre sus ojos sorprendida.- Bueno no aburrido, sino que ella ya no...- Resoplo el aire entre mis dientes.- Creo que debería de cerrar mi boca.

- Sientes que ella ya no quiere...intimar con vos?.- Asiento con mi cabeza.

- Es que...Desde que nació Eliel...Ya no es lo mismo. Amo profundamente a nuestro hijo, pero ella..no..

- Detente, comprendí. Creo que deberías de...- Veo a mi tía incomoda.- No puedo creer que te esté por dar consejos sexuales.

- No tengo a nadie a quien acudir tía...

- Olvidemos por un instante que Alondra es mi nieta y vos sos mi sobrina....- Rosa respira profundo y masajea su frente con una mano, negando repetidamente con su cabeza de un lado al otro.- Esto sí que jamás pensé tener que darte consejos.

Huye...De Mi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora