Concluir e Iniciar.

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Alondra.

Sorprendida, entusiasmada, incrédula, ya no sé que palabras más agregaré en mi interminable descripción ante mi asombro. Zaira me dijo que quería ser mamá. Mi esposa me ha dicho eso?. La mujer qué no quería hijos y huía de las personas cada vez qué no soportaba la presión?. Aun no lo creo. Debí llevarla hasta el hartazgo durante toda una semana, preguntándole si realmente es lo que ella quiere. Semana que ella pretendía descansar de la rutina y de mis reproches. Con una mirada bastó para desistir al hostigamiento diario y descansamos como prometimos que haríamos durante aquellos días.

En nuestras minivacaciones; pensándolo bien fueron nuestras primeras vacaciones en familia. Puedo decir que fueron los mejores días de nuestras vidas, a excepción de nuestra luna de miel. De solo recordarlo vuelvo a extrañar esos días en los que trasnochábamos sin culpa, sin pensar que deberíamos despertar para alimentar y atender a un pequeño niño. Pero aquella añoranza es remplazada por la sonrisa de Eliel en cada mañana. O cuando durante algunas noches sentimos que se pasa a nuestra cama buscando el abrazo de ambas. Aunque sea Zaira la que termine acurrucada con el niño dormido en su pecho, y yo tenga la mejor imagen al despertar de verlos dormir juntos.

Iniciamos juntas un nuevo comienzo. Regresamos renovadas y más unidas que nunca. Hablamos de todo. Fue como un descubrirse nuevamente. Comprendí el despertar de su deseo materno. Sí ya es mamá de Eliel, pero jamás hubiera imaginado que ella quisiera o deseara un embarazo. Hablaos de mis recientes inseguridades. También de mis celos. Es aquí donde comprendimos que ambas debemos trabajar juntas sobre este tema en particular. Zaira me confesó lo celosa que era de mi nueva secretaria y que nunca me lo había dicho para no generar discordia. Confiaba planamente en mi, pero no dejaba de sentirse amenazada por la joven. Si mi esposa supiera le tiene terror, ni pensaría en verla de aquella forma.

Creía que al regresar de muestras vacaciones pondríamos en acción el proyecto de volver a ser mamás, pero Zaira no es impulsiva como yo. Ella prefirió organizar y establecer un plazo. Me rio de solo recordarlo. Llegó a casa con un cronograma muy bien confeccionado. Todo estaba allí plasmado en una hoja de papel, en un perfecto sistema con gráficos y colores. Asentía a su ferviente explicación.

- Y para estás posibles fechas podríamos iniciar la fecundación in-vitro.- Señalaba con su dedo índice las fechas.

- Aham, ok. Hermoso te ha quedado.- Asiento repetidamente con mi cabeza.

- Eso solo dirás?.- Me mira esperando una respuesta. Yo no pude contener más la risa que creía, tontamente, poder contener.- Por qué te ríes?, yo no me escabullo a escondidas y quedo embarazada a tus espaldas.- Mi sonrisa desapareció, pero la de ella comenzó a ser más fuerte que la mía.

- Ahora por qué ríes?.- Pregunté ofendida recibiendo sus brazos al rededor de mi cuello.

- Porque aprendí de la maestra.- Muerde su labio inferior pegándose más a mí cuerpo. Rodee su cintura con mis brazos.

- No comprendo. Qué aprendiste y quién es tu maestra?.

- Vos.- Sonríe dejando un escueto beso sobre mis labios.- Ya fui a la clínica con Bianca..Deberías de haber visto tu cara al ver mis gráficos. Seguro pensabas: Mi esposa no se parece, en nada a mi impulsiva e incomprensible personalidad.- Abro los ojos.

- Qué has hecho Zaira?.

- Tranquila no estoy embarazada, pero deberás elegir conmigo al donante.- Sonrió tontamente.- Te amo tontita.

- Y yo mandona.- Dejo un besote en sus labios.- Te amo.

Luego de descartar a muchos posibles candidatos y perdernos en tantos formularios, llegamos al punto en desistir. Ya no podíamos utilizar el material que mi viejo amigo había permitido en el pasado que yo utilice con Eliel. Hubiera sido la solución a tanta búsqueda. Milagrosamente cuando pensamos que no encontraríamos al perfecto candidate, una de las empleadas del banco de esperma, nos comentó a modo de chiste, o como se le asigne aquella sugerencia que no fue sugerencia; terminamos viajando juntas por primera vez a Londres, Inglaterra .

Huye...De Mi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora