Huye...De Mi.

Secretos Dolorosos...Alondra.

Qué he hecho?!!. Me recrimino a mí misma. Me centré tanto en mi dolor que no vi como mi novia tomaba sus cosas y me dejaba sola hundida en mi miseria. Al escuchar el viejo auto de Ciro, el padre de Zaira, comprendí que ella se marchó sin despedirse. Me levanto de la cama y bajo las escaleras con prisa para encontrarme con mi abuela. Ella me mira con tristeza, sabe que algo le hice a su sobrina.

- Se fue?.

- Alondra será mejor que regreses a tu habitación y reflexiones lo que ha pasado en las ultimas horas. Y deja en paz a mi sobrina. Te lo advertí hace meses, no te voy a ayudar si cometías un error a garrafal. Ahora hazte cargo sola de las consecuencias.

- Voy a llamar a Juan para que me envíe un coche, necesito hablar con ella.

- Será mejor que la dejes sola. Conozco muy bien a mi sobrina y no te conviene ir a su departamento.

- Me estés pidiendo qué la deje sola?. Abuela no haré eso, me importa una mierda que pueda ella decirme enojada, quiero resolver cuanto antes la estupidez que dije.

- Pasó algo?.- Dijo mi madre al abrir la puerta de su habitación.

- Tu hija que nunca escucha y dice y hace cosas que le pedí que no hiciera.

- Sus razones tendrá...- Rosa mira enojada a mi madre. No sé qué se traen estas dos, pero me extrañó mucho las miradas de desprecio de mi mamá al ver a mi novia.

- Yo mejor las dejo solas, no estoy para continuar escuchando estupideces.- Dice mi abuela caminando entre mi madre y de mi.

- Por qué dijo eso la abuela?.

- No me gusta Zaira. Tu padre me ha contado la clase de mujer que es y no quiero a esa cerca de mi hija.- Miro a mi madre con mucho enojo.- Te lo advertí con Natalia, ahora te lo digo con Zaira. Esa mujer te hará mucho daño.

- No sé que mierdas te ha dicho mi padre, pero te aseguro que Zaira no es ni la cuarta parte de las mentiras que te ha dicho el hombre del cual casi te golpea adelante de toda su familia.

- Tu padre jamás me ha golpeado, no sé que le pasó por su cabeza para sujetarme de esa forma.

- Vos me advertís de qué me cuide y deje a las mujeres qué supuestamente me lastimarán?, pero no tenes la misma advertencia para vos?. Mi padre te engaña con cuanta mujer se le cruza delante y vos haces como si nada. No te ha dejado continuar ejerciendo tu profesión, y para colmo ha tomado decisiones que te perjudicarán a vos y a tus hijos.

- Alondra, Zaira a enviado a matar a sus padres para quedarse con la empresa familiar. Yo escuché a sus tíos hablar con tu padre y con Domingo. Ellos están desesperados porque su familiar los dejó en la pampa y la vía, cómo puedes estar con una mujer así?, no tenes miedo de qué te pase algo?.

- Ya es suficiente!!.- Grita mi abuelo saliendo detrás de la puerta a pocos pasos de distancia de donde estábamos hablando con mi madre.

- Gervasio!!, regresa a la habitación.- Le pide mi abuela, pero es inútil.

- Esto se termina hoy, ya estoy cansado de todas las estupideces que hace mi hijo mayor. Los quiero a todos en la sala. Me van a escuchar de una vez.

Aparentemente mi hermano no lograba conciliar el sueño, no le extrañó escuchar a el abuelo tocar su puerta cuando la casa no ha dejado de tener movimientos de personas, yendo y viniendo por todos los pasillos, y las puertas de las habitaciones ser abiertas y cerradas varias veces.

El abuelo reunió a todas las personas que estábamos en la casa en la sala; hasta se despertaron las tres personas que trabajan en ella, tanto que comenzaron ha servirnos un té o un vaso de agua. Sentados en el sofá esperábamos a que mi abuelo terminara de tomar sus medicinas, para escucharlo hablar.