09 | HOLA GEORG.

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--- ¿Violet? --- Scarlet me miró confundida, me quedé allí sin saber qué hacer, pero luego recordé que soy psicóloga. --- ¿Que haces aquí?

--- Yo trabajo aquí. --- Respondí, tratando de parecer lo más normal posible.

--- Por fin te encontré. --- Me sorprendió su acto de abrazarme fuertemente, parecía estar en trance de alivio ya que habían pasado casi dos semanas desde que no había llegado a casa. --- ¡Ahora me dirás dónde estuviste!

--- Yo...

--- No te preocupes, ella estaba conmigo. --- Georg me interrumpió.

--- ¿Quién eres tú? --- Scarlet lo mira con miedo.

--- Soy Drew, el novio de Violet. --- Mintió, extendiendo su mano para que Scarlet la estrechara, Georg me dio una mirada para que continuara con la mentira.

--- ¿Novio? --- Scarlet no le estrechó la mano, dejándolo en el vacío, Georg le sonrió burlonamente y se alejó, apoyándose en el auto.

--- Hemos estado juntos por un tiempo, no quería decírtelo de inmediato... --- Mentí, tratando de sonar lo más convincente posible.

--- ¿Estás viviendo con él?

--- Sí...

Scarlet miró a Georg con miedo, no parecía convencida de nuestra mentira. Sus brazos curvados decían que estaba pensando mientras lo miraba, Georg, por otro lado, parecía pacífico y un tipo normal.

--- ¿Para qué es este auto? --- Preguntó rompiendo el silencio.

--- Apuestas, subastas y cosas así. --- respondió Georg.

--- ¿Apuestas?

--- Lo alquilo para carreras de resistencia.

--- Las carreras son ilegales.

--- Simplemente lo alquilo, lo que hará o no la persona no es mi problema.

--- Tenemos que irnos. --- dije, interrumpiendo su conversación.

Ella me miró como si supusiera o ya supiera que estaba mintiendo, de hecho, éramos gemelas y en cualquier caso ella lo sabría. Scarlet se alejó con las cejas arqueadas y temerosa, resoplé abrazándola rápidamente, mirando a Georg quien hizo una señal de que se dirigía al auto y yo obedecí.

--- ¿Prometes enviarme un mensaje? --- Ella dijo.

--- Lo hare. --- Le di una pequeña sonrisa forzada y dos palmaditas en su espalda, entré normalmente al auto, viéndola parada al lado del vehículo.--- Cuídate.

--- Tú también. --- Georg arrancó y la perdí de vista.

Permanecí en silencio por un buen rato, esperando que Scarlet notara el grito de auxilio que le dejé en la espalda en un pequeño post-it.

De hecho, Georg me lo puso mucho más fácil yendo al auto, porque cuando la abracé iba a dárselo o algo así, pero como ella estaba de espaldas él no venía. Suspiré pensando en la mierda que hice. En realidad sabía que Georg vendría a recogerme, pero cuando estaba hablando con Scarlet tuve tiempo de escribir la notita. Esperaba que ella no lo viera todavía, pero que lo vería cuando llegara a casa y esperaba que la hoja no se cayera de su espalda.

Georg hablaba en serio, más que otros días, no decía nada y no tenía ninguna expresión. Y así permanecimos en silencio hasta llegar a la carretera principal. Estaba empezando a ponerme nerviosa, mis dedos se apretaban y mis piernas querían temblar. Miré por el espejo retrovisor y vi que estaba un poco sudorosa y traté de ocultarlo limpiándome. Pero en medio de todo esto, Georg cambió su ruta hacia la ciudad.

ᴛɪᴛᴀɴ¹ | Tom Kaulitz. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora